Señalaba en declaraciones a GESTIONA TU DINERO, Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, que son estas regiones el único "lugar interesante", ante unos "desarrollados que están caros". Eso sí, reconocía que lo importante es tener un "enfoque selectivo" y que "es difícil" decir qué comprar, pues lo mejor es esperar al catalizador clave, que […]
Dirigentes Digital
| 25 nov 2015
Señalaba en declaraciones a GESTIONA TU DINERO, Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, que son estas regiones el único "lugar interesante", ante unos "desarrollados que están caros". Eso sí, reconocía que lo importante es tener un "enfoque selectivo" y que "es difícil" decir qué comprar, pues lo mejor es esperar al catalizador clave, que no es otro sino la subida de tipos en Estados Unidos.
El mercado descuenta que será en su reunión de diciembre cuando la autoridad monetaria de el paso, pero con un incremento muy medido, gradual y dependiente de los datos, no sólo domésticos, sino, como ha demostró el retraso de septiembre ante el hundimiento de la Bolsa china, también de los internacionales.
Está claro que la subida del precio del dinero no será una buena noticia para los emergentes, pero también debemos tener en cuenta que muchos han aprendido del dolor de experiencias pasadas y han diversificado sus fuentes de liquidez más allá de los dólares y los inversores americanos. Por otra parte, la historia reciente muestra que durante los dos últimos ciclos alcistas de la Fed (1999 y 2004) en realidad se comportaron bien.
David Rees, de Capital Economics, reconoce que es cierto que en 1994 "se desplomaron, pues la autoridad monetaria pilló a los mercados con la guardia baja" y, sin duda, serán "vulnerables" de nuevo a este movimiento, ya que consideran que será más pronunciado de lo que el consenso descuenta. Sin embargo, cree que es poco probable que se repita lo que sucedió ese año.
"Para empezar, pocos inversores se sorprenderán cuando la Fed comience a subir tipos. Y nuestra previsión relativamente agresiva se basa en que la economía de Estados Unidos será lo suficientemente fuerte como para justificar dicho ritmo. Un contexto macro que debería ser positivo para los activos de riesgo", explica este experto. Además, añade, "los mercados financieros emergentes ya han sufrido grandes pérdidas y el ‘momento 1994’ podría corresponderse más con el taper tantrum de mayo de 2013" (cuando la autoridad monetaria anuncio la retirada de sus compras de activos o QE)".
Con todo, aunque las caídas pasadas no "se oponen a descensos futuros, las valoraciones actuales no son consistentes con otra crisis en todos los emergentes". Así, estiman que para finales de 2017 acumulen ganancias medias de entre el 15% y el 20%, superando a los mercados desarrollados.
Sin embargo, Barclays advierte que la estabilidad que han disfrutado estos mercados en el corto plazo, desde comienzos de octubre han logrado repuntar entre un 5% y un 10%, "no va a durar", pues el endurecimiento de la política monetaria de la Fed "probablemente sea un impedimento importante para que el dinero fluya hacia los emergentes". La semana pasada, indican, los fondos de deuda y renta variable de estas regiones volvieron a sufrir salidas, a pesar de que los datos económicos no sorprendieron a la baja. No obstante, considera que las oportunidades se concentran en países donde las valoraciones se han ajustado convenientemente y donde las autoridades aprovechan "cualquier consolidación en las condiciones macro para salvaguardar los colchones fundamentales".
Pero no todo el espectro emergente es la Fed, pues China y las materias primas han jugado también un importante papel en el descalabro que han sufrido en los últimos tiempos. Así, por ejemplo, Bank of America Merrill Lynch reconocía que si Arabia Saudí "concedía" una modesta reducción del suministro de petróleo, que llevará al precio del barril de Brent por encima de los 50 dólares durante el próximo años, esta valoración conseguiría "estabilizar el crecimiento" de estos países, eso sí, desde niveles muy bajos, y posicionarlo para un repunte.
En cuanto al gigante asiático, la segunda mayor economía del mundo e importante socio comercial no sólo en su propia región, sino también en Latinoamérica y África, Capital Economics reitera que, "aunque el crecimiento económico chino ha sido probablemente más débil de lo que la mayoría cree, el apoyo de las autoridades conducirá a un rebote más fuerte de lo previsto el año que viene".