Los accionistas minoritarios de La Seda están satisfechos con la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condena a dos años y medio de cárcel al expresidente, Rafael Español, y a penas inferiores a los dos años a otros cinco exdirectivos de la empresa química, acusados de apropiarse de fondos de la compañía simulando la […]
Dirigentes Digital
| 19 abr 2017
Los accionistas minoritarios de La Seda están satisfechos con la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condena a dos años y medio de cárcel al expresidente, Rafael Español, y a penas inferiores a los dos años a otros cinco exdirectivos de la empresa química, acusados de apropiarse de fondos de la compañía simulando la producción y venta de productos. La sentencia confirma el acuerdo que las defensas de Español y el resto de exdirectivos de La Seda pactaron con la Fiscalía y la acusación particular ejercida por accionistas minoritarios, tras devolver cerca de dos millones de euros a La Seda por los perjuicios ocasionados a la empresa, lo que evitó la celebración del juicio.
Juan de Frutos, presidente de la plataforma Unidos por la Seda, explica la necesidad de haberse unido a este pacto “porque lo importante de la condena es que demuestra que las cuentas de los ejercicios a los que se refiere eran falsas y así tenemos muchas más posibilidades de recuperar nuestra inversión, pues si la operación no existió no puedo existir el ingreso”. Además, considera que esta sentencia firme es fundamental para la ampliación de querella que realizaron en septiembre de 2015 y que fue admitida en marzo de 2016 donde denunciaron, entre otros, a todos los consejeros que firmaron las cuentas de 2006-2008 por firmar unas cuentas falsas. “En esta ampliación por cuentas falsas es donde los accionistas minoritarios esperamos recuperar toda nuestra inversión”, afirma.
La sentencia hace referencia a un delito continuado de apropiación indebida por simular la producción, venta y transporte de toneladas de PET -plástico para fabricar envases- a Rusia y Túnez. En esta querella, se juzgaba si dicha operación era real o ficticia “y se ha demostrado que era ficticia”. afirma de Frutos, y añade que “desde Unidos por La Seda creemos que la finalidad principal de esta operación fue falsear las cuentas de 2006 incrementándolas en 65 millones de euros que suponían el 35,24 % de la cifra de negocio de ese año”. El presidente de los minoritario afirma que los dirigentes de La Seda les engañaron “para que creyeramos que la situación era mejor y que invirtiéramos en la ampliación de capital prevista, de 418,72 millones de euros”.
Cinco querellas
En 2010, la asociación de accionistas minoritarios Unidos por La Seda interpuso ante la fiscalía de Barcelona varias denuncias sobre operaciones realizadas por los dirigentes de La Seda que presuntamente eran operaciones delictivas y que habían supuesto un grave perjuicio económico para la compañía. Con estas denuncias el fiscal abrió cuatro querellas: Operación Rusia-Túnez (a la que se refiere esta sentencia), Operación venta licencias de Advansa, Operación Jatroil y Operación compra-venta de acciones propias.
Posteriormente, Ee septiembre de 2015 presentaron una ampliación de querella por falsedad en las cuentas de 2006-2008, la querella fue admitida en marzo de 2016. En esta ampliación de querella se imputa entre otros a todos los consejeros que firmaron las cuentas de 2006, 2007 y 2008.