En el estudio ¿Existe sobrevaloración en la renta fija? los expertos consideran que los inversores podrían seguir viendo caer las rentabilidades (que se mueven de manera inversa al precio) en los próximos años. Incluso en aquellos bonos que ya se encuentran en negativo, sin descartar que la curva en los plazos cortos de la deuda […]
Dirigentes Digital
| 25 dic 2015
En el estudio ¿Existe sobrevaloración en la renta fija? los expertos consideran que los inversores podrían seguir viendo caer las rentabilidades (que se mueven de manera inversa al precio) en los próximos años. Incluso en aquellos bonos que ya se encuentran en negativo, sin descartar que la curva en los plazos cortos de la deuda española se vaya ampliando a otros, como los bonos a 3 o a 4 años.
"Es momento de jugar con el factor precio, no con el cupón", indica Javier Santacruz, profesor del IEB. Por su parte, Miguel Ángel Bernal, coordinador del Departamento de Investigación del instituto, matiza que "interesa más entrar que estar fuera, jugando con el precio del bono cuando caiga más la rentabilidad".
Eso sí. Ambos coinciden en que este escenario es más indicado para gestores profesionales, aconsejando a los minoristas acceder al mercado a través de vehículos como los fondos de inversión.
Para valorar si existe o no sobrevaloración en el mercado de renta fija, el estudio parte de tres escenarios centrados en los movimientos de los bancos centrales. Los dos primeros, que juntos suman una probabilidad del 95%, estiman que los organismos monetarios seguirán apoyando con estímulos unas economías debilitadas durante muchos años. "Bajo ese escenario, se comprueba que la renta fija europea y de EEUU está en precio, incluso ligeramente infravalorada", indica Santacruz, que insiste en que este mercado "va por delante del BCE y está marcando el camino a la política monetaria".
¿Qué pasa con el high yield?
Los recientes acontecimientos en el mercado de renta fija high yield, con una fuerte salida de esta categoría tras el repentino cierre de los fondos Third Avenue Management y Stone Lion Capital, han vuelto a poner sobre la mesa los problemas a los que se enfrentan los segmentos menos líquidos del mercado.
Sin embargo, y ante la posible burbuja creada, los expertos recomiendan a los inversores ser muy selectivos sin entrar en ‘modo pánico’. "Creemos que los bonos de alta rentabilidad en Europa mantienen su atractivo de cara a 2016", indican desde UBS, un activo para el que los expertos esperan retornos totales de alrededor del 3% en los próximos seis meses.
"Un dato importante es que el ciclo de crédito en Europa aún se encuentra en una etapa relativamente temprana. La región ha tardado en recuperarse tanto de la crisis financiera de 2008 como de la crisis de la zona euro en 2011. Si bien esto ha dañado la rentabilidad corporativa, es positivo para los titulares de bonos, debido a que el apalancamiento no ha aumentado tanto como en otras regiones", explican.
Según sus cálculos, las tasas de impago de los emisores europeos de alta rentabilidad deberían mantenerse por debajo del 2% en los próximos 12 meses. Ante este escenario, los expertos se preguntan si se avecina un ciclo de impago de la deuda de alta rentabilidad. "Si bien creemos que la mayoría de los inversores deben mantener alguna exposición estratégica a los bonos estadounidenses de alta rentabilidad, pensamos que las tasas de impago probablemente aumenten en 2016, lo que podría ejercer cierta presión sobre la clase de activo", advierten.
Desde la firma suiza explican que el ciclo de crédito estadounidense transita por una etapa de relativa madurez. "Las nuevas emisiones de bonos cada vez se utilizan más para inversión de capital o para adquisiciones. Si bien esto puede ser bueno para el crecimiento económico general, tiende a ser negativo para la calidad del crédito, ya que ello aumenta el apalancamiento corporativo, el cual (medido por el ratio deuda neta- EBITDA) ha subido de 3,2 veces en 2010 a 4,9 veces este año".
Y esto, sumado a la reciente debilidad de los precios de las materias primas, que deprimen los flujos de caja de las empresas de industrias extractivas, les lleva a esperar que las tasas de impago de la deuda de alta rentabilidad estadounidense suban hasta el 4,5% en los próximos 12 meses.
¿Exceso de demanda?
Desde Morningstar indican cómo a lo largo del año se ha observado una fuerte demanda por los títulos de renta fija denominados en dólares por parte de los inversores extranjeros.
"Actualmente, el spread medio del índice Morningstar Corporate Bond es de 158 puntos sobre los bonos del Tesoro.
Excluyendo los extremos de la crisis de crédito, este nivel está en línea con su media histórica a largo plazo. No obstante, con los precios de las commodities en mínimos de varios años, el spread del índice Bank of America Merrill Lynch High Yield es de 637 puntos básicos, que de unos 100 puntos básicos mayor que su media histórica"; insisten.
Desde Andbank se preguntan si la corrección vivida en el mercado de high yield es algo puntual o no. "Buena parte de la caída del HY en EE UU ha venido marcada desde el sector energético y los tramos de menor calidad (CCC): -22% en las petroleras vs. -1% del resto del mercado; -16% de pérdidas en CCC vs. 2-6% en ratings superiores", explican. Y no descartan un ‘efecto contagio’ desde las salidas registradas por el sector retail hacia los institucionales.
"Mantenemos la visión positiva, pero selectiva, para el activo en EEUU siendo conscientes del empeoramiento de los ratios de crédito en el mundo energético, la subida estimada de tasas de default ligadas a este sector y el reapalancamiento iniciado", explican. En Europa, coinciden en que la fase del crédito parece menos agotada (menor actividad corporativa y mejor momento de revisiones de rating), "pero no podemos perder de vista la correlación positiva con el HY americano".
¿Cómo ha afectado a los fondos?
Para Andbank, este entorno y la progresiva reducción de yield para el activo, hace que en la firma se muestren especialmente selectivos con los fondos de high yield. En ellos, los inversores deben fijarse en dos premisas: "Por un lado, el proceso de selección de títulos ("bond picking") , y por otro, la flexibilidad, vista como la capacidad para poder modificar duraciones de manera ágil y la versatilidad para poder modificar la distribución sectorial de la cartera", explican.