Buena parte de la caída en las rentabilidades de la deuda alemana a diez años de los últimos meses se explica por las preocupaciones por un "aterrizaje forzoso" del gigante asiático, así como por las especulaciones de una política monetaria laxa e, incluso, un aumento de los estímulos por parte de la autoridad monetaria de […]
Dirigentes Digital
| 16 oct 2015
Buena parte de la caída en las rentabilidades de la deuda alemana a diez años de los últimos meses se explica por las preocupaciones por un "aterrizaje forzoso" del gigante asiático, así como por las especulaciones de una política monetaria laxa e, incluso, un aumento de los estímulos por parte de la autoridad monetaria de la Zona Euro.
Un contexto que ha favorecido no solo a los bunds, sino también a otros bonos de "alta calificación", pues los treasuries a diez años estadounidenses también han visto reducirse su yield fuertemente. Sin embargo, la caída experimentada por la deuda germana "es poco probable que continúe hasta que se alcancen los niveles extraordinariamente bajos de abril", afirma Andrew Hunter, de Capital Economics.
El caso base de la firma es que China no va a descarrilar y, en breve, se reestructurará al alza apoyada por las medidas tomadas por las autoridades para impulsar la economía y atajar las turbulencias del mercado. "Si estamos en lo cierto, parte de la presión a la baja sufrida por la deuda alemana, y otra de calidad, probablemente se relaje", explica este experto.
Ahora bien, matiza, las implicaciones de un repunte en el gigante asiático serían mayores para la deuda norteamericana, pues ésta mejora de la situación eliminaría el principal obstáculo para que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos de interés por primera vez en casi una década. Su previsión es que la autoridad monetaria estadounidense aumente el precio del dinero más de lo que se espera el año que viene, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) aumentará su QE, independientemente de lo que suceda en China.
En este contexto, esperan que la brecha entre los rendimientos de los bonos a largo plazo estadounidense y los alemanes aumente de nuevo. Para 2016, sitúan la rentabilidad del bund a diez años en el 1%, casi medio punto porcentual por encima de los niveles actuales; y la de los treasuries al mismo plazo alcance el 3% al cierre del año que viene, un punto porcentual más.
Bolsa alemana: neutral
Tras el escándalo de las emisiones de Volkswagen, Julius Baer ha ajustado las perspectivas de beneficios para la empresa, así como para el sector de consumo discrecional germano. Un movimiento que tiene implicaciones también para las previsiones de ganancias del Dax 30 y su precio objetivo.
En concreto, la firma rebaja en un 3% las expectativas de beneficio por acción (BPA) de 2015 y 2016; y recorta su estimación para el selectivo alemán hasta los 11.250 puntos, desde los 12.000 previos. Su calificación se mantiene en neutral.