En una nota a clientes recogida por Bloomberg, el equipo de deuda emergente de la gestora explica que aunque puede resultar prematuro decir que los nubarrones han desaparecido de estos mercados, "los más de negativos" empiezan a estar descontados, por lo que "es el momento de concentrarse en aspectos positivos que irán ganando tracción como […]
Dirigentes Digital
| 24 feb 2016
En una nota a clientes recogida por Bloomberg, el equipo de deuda emergente de la gestora explica que aunque puede resultar prematuro decir que los nubarrones han desaparecido de estos mercados, "los más de negativos" empiezan a estar descontados, por lo que "es el momento de concentrarse en aspectos positivos que irán ganando tracción como impulsores del mercado".
Desde la firma, apuntan a que la economía china empieza a estabilizarse, y las autoridades "parecen cómodas con el nivel actual del yuan, aliviando presión sobre los emergentes". Los expertos consideran además que la caída sufrida por las divisas de estos países en los últimos tres años también está permitiendo un "sustancial y rápido reequilibrio de sus economías nacionales".
El equipo de BlackRock favorede la deuda denominada en dólares y el grado de inversión. Pero también ven oportunidades en los bonos denominados en moneda local, ante un mercado más equilibrado tras años de fuertes caídas. Sin embargo, advierten que la volatilidad aquí sigue siendo demasiada elevada.
BlackRock se suma así a otras grandes entidades que también empiezan a mirar a esta categoría más como una oportunidad que como un riesgo. Entre ellas, Goldman Sachs o Franklin Templeton.
En el blog de la firma, el director de inversiones Michael Hasenstab, que supervisa el quinto mayor fondo de renta fija de gestión activa en el mundo, asegura que el sentimiento pesimista hacia los mercados emergentes se asemeja actualmente al vivido durante lo peor de la crisis financiera global, "que resultó ser una oportunidad de compra".
El experto reconoce que esas oportunidades son ahora "mucho menores", pero las encuentra en países como México, Corea del Sur, Malasia, Indonesia y Filipinas, regiones con "fundamentos sólidos". En el otro lado de la balanza sitúa a países a evitar como Turquía, Rusia, Venezuela y Sudáfrica.
"Hay una desaceleración, pero no un colapso, que es lo que está pensando el mercado", asegura, explicando que "para nosotros es una oportunidad fantástica cuando existe una gran desconexión entre la realidad y los precios de mercado".
Abdallah Guezour, gestor de fondos de deuda de mercados emergentes de Schroders, también apuesta por la categoría en sus últimas previsiones. Pero esta vez, por la deuda en moneda local, gracias a "las atractivas valoraciones de ciertas divisas y los altos rendimientos que ofrecen algunos de estos bonos que podrían llevar a estos mercados a generar rentabilidades en dólares superiores al 10% en los próximos 12 a 18 meses".
Dentro de Asia, India e Indonesia siguen ofreciendo las oportunidades de inversión más interesantes. Pero siempre desde la prudencia. "Mantenemos exposiciones reducidas a la deuda en divisa local (sin cobertura) de estos dos países y nos mantenemos alerta para incrementar estas posiciones cuando muestren más resistencia a los envites externos", indica el experto.
En la región EEMEA (Europa, Oriente Medio y África), Rusia y Sudáfrica son sus prioridades para 2016. "Dada la notable rentabilidad que ya ha logrado la deuda pública rusa en divisa local a lo largo de 2015, en este momento es apropiado recoger algunos beneficios con vistas a restablecer esta posición cuando alcance un nivel superior de rendimientos, en el primer trimestre de 2016", indica el experto. Para el gestor de Schroders, la depreciación de las monedas en México y Chile también parece exagerada. "Deberíamos aprovechar esta debilidad para acumular posiciones en estas monedas", explica.