La Reserva Federal (Fed) ha continuado reduciendo previsiones de crecimiento de medio y largo plazo, pero, destaca Markus Allenspach, estratega jefe de renta fija de Julius Baer, "las proyecciones de sus miembros para el tipo de interés de los fondos no se ha reducido en la misma medida". Ahora bien, añade, "el mercado de bonos […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
La Reserva Federal (Fed) ha continuado reduciendo previsiones de crecimiento de medio y largo plazo, pero, destaca Markus Allenspach, estratega jefe de renta fija de Julius Baer, "las proyecciones de sus miembros para el tipo de interés de los fondos no se ha reducido en la misma medida". Ahora bien, añade, "el mercado de bonos está convencido de que los bancos centrales tendrá que recortar esto también, lo que significa que los retornos permanecerán a la baja durante más tiempo".
El sentimiento, continúa, parece cada vez más constructivo ya que el crecimiento se encuentra en un punto de equilibrio: lo suficientemente fuerte como para mantener reducidas las tasas de morosidad, pero sin que haga falta una subida de tipos de interés.
En este entorno, su consejo es añadir riesgo a través del high yield estadounidense. Asimismo, ve cierto "espacio" para "pescar" en deuda corporativa en divisas emergentes fuertes.
Por su parte, Barclays, dado el ciclo muy gradual de alzas al que apuntó la Fed en su última reunión, mantiene su consejo de vender treasuries a tres meses y cinco años. Mientras, Capital Economics reitera su estimación que el bono a diez años estadounidense cerrará el año en el 2,5% y alcanzará el 3% en 2016.
Si creen que la autoridad monetaria estadounidense subirá los tipos en diciembre, "los inversores deben añadir deuda soberana de largo plazo en su cartera", recomienda al mismo tiempo Jeffrey Gundlach, consejero delegado de DoubleLine Capital. Este experto prefiere "tener efectivo" a bonos de corto plazo, "pues no producen casi nada (…) si está dispuesto a no aceptar ningún rendimiento, es preferible tener cash y renunciar al riesgo" de estos activos.
Finalmente, Bankinter subraya que el hundimiento de la renta variable favorece a los bonos, "pero se han transformado en un activo aún más adecuado para inversores institucionales y traders que para particulares". Una coyuntura que además se verá apoyada por la caída del petróleo, "circunstancia que poco a poco irá aflorando los temores a la deflación". Así, afirma que "este entorno beneficiará al Bund, cuya TIR podría reducirse hacia 0,63% desde 0,659% actual".