El dirigente de Repsol ha dado la cara ante analistas después que la compañía sorprendiera a primera hora con un
recorte del dividendo del 20%, tras anunciar pérdidas de 1.200 millones en 2015. Imaz ha anunciado que la compañía
ha revisado a la baja en 10 dólares el escenario central del precio petróleo hasta los 40 dólares para desarrollar los dos primeros años de su plan de negocio.
La última medida dolorosa ha sido
recortar el dividendo a 0,3 euros por acción, bajando la retribución ordinaria al
accionista un 20%, respecto a 2014. Imaz ha indicado que con el barril a 40 dólares la compañía seguirá generando caja para pagar dividendo y reducir deuda, subrayando que la decisión solo se ha tomado para el de junio y que se volverá analizar dependiendo de la evolución de los precios.
El dirigente ha descartado tomar medidas adicionales tras esta decisión. Repsol se encuentra presionada por las agencias de calificación que están a punto de rebajar la deuda de la compañía a bonos basura si no tomaba medidas. Durante la pasada semana Repsol se reunió S&P para explicar las nuevas proyecciones que maneja la compañía.
Una degradación de la deuda supondría un duro varapalo para Repsol que vería como elevaría los costes de financiación, impactando directamente en los costes financiero de la deuda que asciende a más de 13.000 millones, tras la adquisición de Talisman. El mercado especula con que
Repsol venta parcialmente del 30% que posee en Gas Natural para paliar la delicada situación financiera. Imaz ha señalado que n
o se contempla medidas adicionales tras recortar dividendo y ha desmentido que el Consejo de Administración abordará esta semana la operación.