EEUU, una de cal y otra de arena Tal y como explican los expertos de BNY Mellon IM, los datos económicos publicados en EEUU han sido muy heterogéneos. Explican que, por una parte, los datos de empleo siguen siendo positivos, mientras que los de pedidos de fábrica, que en febrero cayeron un 1,7%, evidencian una […]
Dirigentes Digital
| 26 may 2016
EEUU, una de cal y otra de arena
Tal y como explican los expertos de BNY Mellon IM, los datos económicos publicados en EEUU han sido muy heterogéneos. Explican que, por una parte, los datos de empleo siguen siendo positivos, mientras que los de pedidos de fábrica, que en febrero cayeron un 1,7%, evidencian una tendencia bajista en la que la cifra ha caída en 14 de los últimos 19 meses.
Mark Burgess, Director de Inversiones para EMEA y Director Global de Renta Variable de Columbia Threadneedle, explica que la economía estadounidense necesita crear unos 80.000 puestos de trabajo al mes para mantener la tasa de empleo. El ritmo de la creación de puestos de trabajo ha sido superior a dicha cifra durante los últimos cinco años, y parece que se está tornando cada vez más complicado cubrir las vacantes. "Mientras que el crecimiento de los salarios se ha incrementado desde la horquilla de entre el 1,5%-2% en la que se asentó durante muchos años, su reciente repunte hasta una tasa de crecimiento del 2,5% sigue siendo vacilante. En este contexto, el dólar podría haber emprendido una ya anticipada senda alcista, con las consabidas consecuencias para los mercados emergentes y otras clases de activos", asegura.
Respecto a la posibilidad de que la Fed suba tipos en su próxima reunión de junio, el experto no lo descarta. Pero asegura que el impacto de la medida no provocará una brusca corrección en el mercado.
EUROPA
Para Burgess, en Europa estamos siendo testigos de unos resultados económicos poco lustrosos que deberían provocar, por lo general, una señal de alarma, si bien este nivel de actividad económica aún representa un crecimiento por encima de la tendencia habida cuenta de los reducidos niveles de productividad.
Desde BNY Mellon IM indican cómo la deflación continúa preocupando, ya que los precios de producción se situaron en sus niveles mínimos en seis años en abril y el sector de la distribución volvió a mostrar debilidad. El índice de gestores de compras (PMI) compuesto de Alemania cayó hasta los 54,0 puntos, mientras que el de Francia llegó a 50, lo que apunta a una economía al borde de la contracción.
Bajo este escenario, Burgess considera que los inversores no deben confiarse ante la recuperación de los mercados tras un primer trimestre nefasto. "Todavía no hay un sólido entorno de inversión. No cabe duda de que, en un mundo de bajo crecimiento, siempre nos hallamos más cerca del miedo a una recesión, como pudimos apreciar en los primeros compases de este año. La deuda corporativa está capeando relativamente bien esta coyuntura, aunque esto tiene como contrapartida revisiones significativas en las expectativas de beneficios", indica el experto.
Victoria Leggett, gestora de Union Bancaire Privée (UBP), se muestra aún así positiva con la renta variable europea, apostando por la elevada rentabilidad por dividendo que presentan muchas de las cotizadas de la región.
Aún así, reconoce que "no se puede negar que actualmente existe un cierto nivel de incertidumbre macro en Europa". A su juicio, los principales factores de riesgo vendrán de las citas electorales, el referéndum en el Reino Unido sobre la pertenencia a la UE y las dudas sobre la efectividad de las políticas de flexibilización cuantitativas del BCE.
Todos ellos resultan factores vitales "para que los inversores realicen test de estrés sobre la sostenibilidad y capacidad de pago de los dividendos de las empresas", asegura, explicando que "no solo son relevantes los balances, sino también la visibilidad de los flujos de efectivo y la potencial demanda sobre ese efectivo. También es importante considerar la vulnerabilidad de las ganancias que dependen de la presión impositiva o de los cambios regulatorios por parte de un gobierno poco amable (en el sector de servicios)".
ASIA: Todos mirando a China
Los expertos de BNY Mellon IM indican que el sentimiento de pesimismo en los mercados durante el primer trimestre también llegó hasta Asia, con Standard & Poor’s revisando a la baja sus perspectivas para China (de estables a negativas). "Los datos del PIB reflejan que el gigante asiático creció a una tasa anualizada del 6,7 % en el primer trimestre, una cifra que, aunque se ajusta a las expectativas, sigue siendo el ritmo de expansión más lento en siete años".
Desde Columbia Threadneedle insisten en que los mercados se han mostrado preocupados por los niveles de deuda chinos (en términos absolutos) y la capacidad del gigante asiático para sostener su crecimiento y diseñar un plan de aterrizaje suave sin que ello se traduzca en una crisis crediticia. "Cualquier giro en una estrategia de crecimiento fundamentado en la emisión de crédito incidiría de forma significativa en los mercados. Este hecho centraría el foco de atención en el número de préstamos dudosos presentes en el sistema bancario chino, y conllevaría un incremento de los impagos empresariales", indican los expertos.
A su juicio, esto podría truncar bruscamente la serie de factores que han catapultado los precios de las commodities. "Aunque no creo que nos hallemos aún en un punto en el que el Banco Popular de China cerrará el grifo del crédito, seguimos con suma atención las medidas de la autoridad monetaria. Además, no estoy muy convencido de la capacidad de China para sortear esta situación sin que su economía o la economía mundial resulten demasiado perjudicadas", aseguran.