Los expertos tienen claro que las caídas bursátiles se deben a factores globales. Pero es cierto que sobre el parqué nacional pesa la retirada de grandes creadores de mercado a la espera de que se despeje el incierto panorama político. En lo que va de año, el Ibex 35 ha perdido en torno a un […]
Dirigentes Digital
| 19 feb 2016
Los expertos tienen claro que las caídas bursátiles se deben a factores globales. Pero es cierto que sobre el parqué nacional pesa la retirada de grandes creadores de mercado a la espera de que se despeje el incierto panorama político. En lo que va de año, el Ibex 35 ha perdido en torno a un 15% de su valor, frente al 12% del Eurostoxx o el DAX alemán. SIn embargo, registra mejor comportamiento que el principal selectivo italiano, con pérdidas del 20% tras el fuerte castigo sufrido por su sector bancario.
Es precisamente la banca el sector que peor comportamiento ha registrado en el Ibex en las últimas semanas, con pérdidas millonarias en la capitalización bursátil de las grandes entidades, muy afectadas por las renovadas dudas sobre la salud de la industria a nivel europeo.
Los expertos de XTB insisten en que "no se recordaba este nivel de sobreventa desde 2012, y en estos momentos vemos muy difícil un cambio en el sentimiento bajista que hay impreso en el mercado", explicando que en lo que va de año ninguno de los posibles catalizadores positivos, como resultados empresariales, datos macro, bancos centrales o valoraciones de empresas muy baratas, han conseguido desencadenar un rebote duradero. Aún así, "no consideramos que la incertidumbre política esté penalizando de forma adicional a la renta variable, pero si puede a la inversión extranjera", explican.
De hecho, la prima de riesgo nacional ha escalado en línea con la de otros países periféricos, ante unos inversores que vuelven a buscar en el bund alemán el tradicional refugio, por porco rentable que sea. La diferencia entre la rentabilidad ofrecida por la deuda española a diez años y el bono de referencia alemán se sitúa ya en 153 puntos básicos, desde los 115 en los que cerró 2015. Y las emisiones de deuda del Tesoro siguen teniendo demanda, también internacional.
Aún así, desde Société Générale destacan que "este tipo de inestabilidad política, junto con la falta de intención reformista en la mayor parte de los programas, reduce las probabilidades de una consolidación fiscal significativa o modificaciones estructurales tras los comicios. Esto podría poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda pública española en el medio plazo".
Pero, Peter Garny, jefe de estrategia de renta variable de Saxo Bank, cree que el castigo sufrido por la Bolsa española es exagerado, "dado el rendimiento de otros índices de renta variable periféricos como el SPMIB italiano o el índice de Portugal. A más largo plazo, seguimos convencidos de que la renta variable de España está razonablemente barata con una rentabilidad por dividendo del 4,6% y una PE adelantado de menos de 15".
Estrategias de inversión adaptadas
"Los inversores podrían decidir permanecer al margen hasta que se clarifique la situación, y no se avanzará en el frente de las reformas hasta que se forme gobierno", advertía Fabio Riccelli, gestor del FF Iberia Fund, apenas un día después de los comicios. "Esperamos que la prima de riesgo de las acciones españolas aumente".
Pero, tranquilizaba, su fondo "permanece muy infraponderado en utilities y finanzas, dos de los sectores que podrían sufrir un mayor impacto derivado de estos resultados si una coalición de izquierdas revirtiera algunas de las reformas. Con una beta baja (0,7 a cierre de noviembre de 2015) y algunas de las principales posiciones siendo compañías españolas pero que operan a nivel global como Amadeus, Inditex o Grifols, pienso que el fondo se encuentra bien posicionado para superar lo que claramente será un mercado volátil en los próximos meses".
Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult, añadía: "En una situación como la actual, los inversores deben extremar la precaución en la renta variable española", explicando que hay una serie de sectores que conviene evitar hasta tener una mayor visibilidad sobre los resultados. "Principalmente hablamos de aquellos fuertemente regulados, como el eléctrico, gasista o empresas de infraestructuras como Aena", indicaba, metiendo en el ‘saco’ también a "la industria financiera, dado que el programa político de algunos partidos incluye mayores impuestos en los productos de inversión, el consumo, dado que en una situación de inestabilidad política vemos factible que se pospongan las decisiones de compra y se potencie más el ahorro, y, por último, el inmobiliario y constructor". Es decir, la práctica totalidad del Ibex 35.
Por eso, desde Gesconsult explicaban que "las compañías que mejor pueden evolucionar en el mercado son las que están fuertemente diversificadas geográficamente y con negocios no expuestos a asuntos regulatorios". Entre ellas señalaban directamente a CIE Automotive o IAG.
Más allá de nuestras fronteras: jaque a la austeridad
Para Capital Economics el periodo de inestabilidad política que se abrió con el inconcluso resultado electoral del 20-D podría "ralentizar la recuperación económica y que supone otro golpe a la onerosa austeridad de la Zona Euro".
Explican estos expertos que "siguiendo una evolución similar a Grecia y Portugal", España ha depuesto otro gobierno pro-ajustes. La diferencia, destacan, es que la economía patria está en mejor posición que la helena o la lusa para soportar la incertidumbre.
Si bien, reconocen que podría haber "efectos negativos más importantes sobre la confianza de los inversores, las empresas y los hogares en los próximos meses, lo que podría frenar la mejora de la actividad".
Y, concluyen, en términos más generales "el resultado electoral español nos recuerda que, aunque los peores efectos económicos de la larga pelea con la austeridad en la Zona Euro han quedado atrás, sus ramificaciones políticas probablemente continúen durante algún tiempo todavía. Esto, a su vez, añade interrogantes sobre una cada vez más estrecha unión fiscal y política en el área de la moneda única".