Aprovechan la digitalización, proporcionan un acceso fácil, rápido y transparente a los mercados, ejecutan un modelo de funcionamiento de bajo coste y, en 2015, atrajeron cerca de 50.000 millones de dólares en activos bajo gestión, según Aite Group. Pero, la realidad de los robo advisors es "mucho más compleja". Esta es la primera conclusión del […]
Dirigentes Digital
| 09 sep 2016
Aprovechan la digitalización, proporcionan un acceso fácil, rápido y transparente a los mercados, ejecutan un modelo de funcionamiento de bajo coste y, en 2015, atrajeron cerca de 50.000 millones de dólares en activos bajo gestión, según Aite Group.
Pero, la realidad de los robo advisors es "mucho más compleja". Esta es la primera conclusión del estudio elaborado por Finextra Research y EPAM. La tendencia ante su irrupción, no obstante, es más "hacia la colaboración que la competencia, y en lugar de que los nuevos se ‘coman la merienda’ de los veteranos, está surgiendo un modelo de asesoramiento que aprovecha las capacidades de ambos". Esa es la clave.
Tal y como explica Panos Archondakis, director senior de gestión patrimonial en EPAM, "los profesionales suelen tener demasiados clientes como para dar el servicio adecuado. No pueden procesar toda la información requerida (datos, noticias de mercado, análisis, recomendaciones de productos…). Pero los bancos pueden aprovechar la opción digital para procesar todo ese flujo de datos y dársela resumida al gestor (…) la automatización le permitirá además a éste estar más en contacto con su cliente".
Recordemos que el informe "The rise of bionic wealth: a hybrid model of cuting-edge technology and advisor expertise heralds the futuro for wealth managers", elaborado por Forbes Insights y Temenos, apuntaba que el 42% de los profesionales cree que un modelo híbrido entre lo digital y la relación cara a cara es la comunicación ideal. Mientras que un 34% de los altos patrimonios apuesta sólo comunicación digital o mezcla de ambas. De hecho, un 62% encuentra que la digitalización de los servicios de gestión patrimonial es buena, aunque siguen queriendo reunirse con sus asesores de forma personal.
Es más, tal y como apunta Janine Menasakanian, de Vanguard: "Los robo advisors proporcionan la oportunidad de dar servicio a gran cantidad de clientes que de otra manera no tienen acceso a productos financieros u asesoramiento". Por otra parte, David Lo, de Scorpio Partnership, considera que con la llegada de estos asesores digitales supondrá que los gestores humanos "se irán convirtiendo en gestores de relaciones, estrategas, mentores… y deben plantearse cómo van a hacer de ello su día a día".
En este contexto, "hacer caso omiso de esta situación no es una opción", señalaba Barry Benjamin, jefe del área de Global Asset and Wealth Management de PwC. "Las entidades que no respondan ahora simplemente no sobrevivirán en el medio/largo plazo".
Y para ello la firma tiene tres recomendaciones: acelerar los esfuerzos para adoptar una infraestructura digital global que integre todas sus actividades y cultura de empresa; aprovechar el potencia de la tecnología para ganar eficiencia, gestionar los costes y avanzar en sus propuestas al cliente haciendo uso de una gama mucho más amplia de datos disponibles; y estar dispuestos a asociarse estratégicamente con fintechs innovadoras para ofrecer soluciones a la velocidad que el mercado espera.
Pero, ¿qué pasa con los riesgos? Dave Nugent, de Wealthsimple, lo tiene claro: "El peligro sistémico creado por los robo advisors no es diferente del ya existente (…) la gente parece olvidar que el mundo de los ETFs es cada vez más complejo en términos de metodología". Mientras que Adam Frances, de Scalable Capital, considera que "la dimensión del riesgo cambia con el mercado", por lo que "no podemos decir qué es el riesgo absoluto".
Más gráfico, Reg Warlop, de HSBC, apunta que "según Google, cerca del 70% de los consumidores lee las críticas de los productos en Internet antes de comprarlo. Así que al acceder a una recomendación hecha por un asesor o una herramienta digital requería leer sobre ella, compararla, ver opiniones y referencias independientes. En general, hará falta más transparencia (…) A medida que nos desplacemos desde nuestra aplicación Uber al tablero de instrumentos para la jubilación vamos a esperar el mismo nivel de utilidad".