La obra podrá escucharse en diferido a través de Radio Clásica, de Radio Nacional de España, en fecha todavía por determinar. El Teatro Real ofreció ayer y los próximos días 20 y 26 de diciembre a las 20 horas, Roméo et Juliette, de Charles Gounod (1818-1893), en versión de concierto. Los roles titulares están interpretados […]
Dirigentes Digital
| 17 dic 2014
La obra podrá escucharse en diferido a través de Radio Clásica, de Radio Nacional de España, en fecha todavía por determinar. El Teatro Real ofreció ayer y los próximos días 20 y 26 de diciembre a las 20 horas, Roméo et Juliette, de Charles Gounod (1818-1893), en versión de concierto.
Los roles titulares están interpretados por la soprano búlgara Sonya Yoncheva,-que en el Real ha cantado en Don Pasquale y en Il retorno d’Ulisse in patria, y que se encuentra en un fantástico momento de su carrera- y el tenor franco-italiano Roberto Alagna, que en la última función será reemplazado por el norteamericano Charles Castronovo, conocido del público madrileño por su interpretación en Poppea et Nerone.
La ópera, en un prólogo y cinco actos, Roméo et Juliette, de Charles Gounod, está inspirada en la Symphonie dramatique – Roméo et Juliette de Héctor Berlioz y en la ópera I Capuletti e i Montecchi de Vincenzo Bellini, pero se acerca más a la tragedia de Shakespeare que sus predecesoras, gracias al libreto firmado por Michel Carré y Jules Barbier. Estrenada en 1867 con puesta en escena de Georges Bizet, ha sido la primera ópera sin diálogos hablados representada en la Opéra-Comique de París.
En su partitura aflora ya la nueva tendencia del drame lyrique francés de alejarse de la grandilocuencia y adentrase en la vida anímica de los protagonistas. El núcleo de la ópera son los cuatro grandes duetti entre Romeo y Julieta, integrados a su vez en una totalidad cohesionada musicalmente por medio de la articulación de diferentes motivos musicales.
En Roméo y Juliette el virtuosismo puramente vocal es mucho más contenido que en Faust, y su presencia está subordinada a la dramaturgia de la obra. En este contexto, Gounod define con mayor precisión el perfil musical de los protagonistas sobre el claroscuro de los grupos sociales personificados en los coros, las oraciones y las baladas populares. Con esta ópera, presentada al mundo en la Exposición Universal de París de 1867, el compositor se despedía de escena.