El Barómetro evidencia cómo las carteras conservadoras y moderadas han seguido rutas opuestas en términos de asignación de activos en comparación con las carteras agresivas en pleno proceso de rotación. Las primeras han reducido el peso de la renta fija y han aumentado la exposición a renta variable mientras que las agresivas han hecho lo […]
Dirigentes Digital
| 16 ene 2017
El Barómetro evidencia cómo las carteras conservadoras y moderadas han seguido rutas opuestas en términos de asignación de activos en comparación con las carteras agresivas en pleno proceso de rotación. Las primeras han reducido el peso de la renta fija y han aumentado la exposición a renta variable mientras que las agresivas han hecho lo contrario, aumentando la exposición en renta fija en detrimento de la renta variable. En general, los inversores han optado por bonos con duraciones más cortas y han incluido más estrategias de renta fija flexible para reducir la sensibilidad de las carteras a los tipos de interés y adelantarse a la subida global de rendimientos y de las primas de riesgo soverano de países como España o Italia. Mientras, la inversión en alternativos se ha mantenido estable pese a la disparidad de rentabilidades. Por ejemplo, a medida que se ha ido reduciendo la exposición a renta fija tradicional, ha aumentado el peso de las estrategias de retorno absoluto en bonos. Una de las principales conclusiones del Barómetro es que los inversores están buscando estrategias que puedan beneficiarse de la rotación sectorial que se ha visto en los mercados tras el Brexit. “Una tendencia que se ha acelerado con la expectativa de que EEUU experimente una transición hacia una política fiscal más laxa tras las recientes elecciones y la victoria de Trump”, indican desde la firma. Como resultado de esto, también está empezando a observarse en renta variable una tendencia hacia las estrategias barbell, igual que sucede en la renta fija, donde los inversores están aumentando simultáneamente deuda con mayor perfil de riesgo, como bonos de mercados emergentes, con deuda muy conservadora, como fondos de bonos ultra corto plazo. De esta manera, intentan equilibrar el perfil de riesgo global de las carteras. En Bolsa, lo que se observa es una mezcla en algunas carteras de acciones eminentemente conservadoras con otras cíclicas. Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US offshore explica cómo en este contexto, “la diversificación y el control de la volatilidad siguen siendo dos aspectos clave a la hora de invertir con el aumento de las incertidumbres de tipo geopolítico”, apostando por contar con un asesor financiero especializado que tenga un enfoque de gestión activa para mantener el riesgo controlado. Previsiones Según el equipo del PRCG (departamento internacional de Análisis y Consultoría de Carteras de la firma), con los mercados estadounidense y británico cerca de sus records históricos, muchos inversores esperan mayores niveles de volatilidad en 2017 y están convirtiendo la diversificación y la gestión del riesgo en una prioridad. “Las expectativas de los inversores para 2017 parecen estar bastante en línea con las tendencias de mercado iniciadas en 2016; lo que ha aumentado es la incertidumbre”, apunta Juanjo González de Paz, consultor senior del departamento. A su juicio, se ha producido una mayor dispersión entre gestores y estrategias que podría continuar en 2017, “por lo que es clave ser selectivos en cuanto a los fondos de inversión”. Según indica el experto, la subida de rendimientos de los bonos soberanos tras las elecciones estadounidenses han situado a la renta fija en el foco de las preocupaciones de los inversores, “sobre todo teniendo en cuenta que este activo es el que mayor peso tiene en las carteras conservadoras y moderadas”. Sin embargo, la encuesta indica que los gestores ya han tomado medidas para mitigar el impacto negativo de esta subida de tipos, como por ejemplo recortar las maduraciones e invertir en fondos más flexibles. Desde la firma advierten que los eventos políticos y el aumento de correlaciones entre las diferentes clases de activos han convertido la diversificación en uno de los principales objetivos de los inversores. Pero parece claro que los españoles no están dispuestos a diversificar su cartera a cualquier precio y aún prefieren estrategias de baja volatilidad, como las Equity Market Neutral, Equity Long Short o Short Term Emerging Debt.