Moreira protagonizó la edición de la tribuna informativa que organiza Nueva Economía Fórum, en la que fue presentado por el embajador de Portugal en España, José Tadeu da Costa Soares. El diplomático resaltó del alcalde su victoria por 15 puntos en las pasadas elecciones municipales con una lista independiente que, alejada del populismo, logró en cambio mostrar cercanía a los intereses de los ciudadanos.
En su conferencia, el regidor porteño defendió que los ciudadanos quieren "respuestas sencillas", "medidas pequeñas" e "inversiones inteligentes" que tengan "impacto directo en sus vidas", no grandes obras públicas que ahora no hay presupuesto para acometer ni grandes discursos que les hablen de temas distantes. A esto atribuyó la desafección de los ciudadanos hacia la política y, a nivel de la UE, lo que dio en llamar "eurofatalismo".
En este sentido, subrayó el papel que han de jugar las nuevas tecnologías para que las ciudades, que dijo que son las que compiten entre ellas más que los países, "ganen los retos del futuro" en movilidad, eficiencia, sostenibilidad e innovación al tiempo que se ajustan al objetivo de estabilidad presupuestaria.
Confort de los ciudadanos
"Las ciudades buenas son las que usan la innovación y la creatividad para ser más eficientes, sostenibles e inclusivas", proclamó más tarde. "Europa tiene urgencia de tener ciudades centradas en el confort de los ciudadanos cuidando la eficiencia y la movilidad, para atraer personas y
empresas vibrantes".
Según dijo, las tecnologías de la información son la clave para que Oporto se erija en ejemplo emprendedor y motor económico de Portugal, y en este sentido presentó como activos su red de transporte "intermodal", donde una sola tarjeta vale para viajar en metro, autobús o coche alquilado; la red de banda ancha que conecta toda la ciudad, los vehículos eléctricos que cuentan con ‘hotspots’ por todos los distritos y se propuso aplicar un modelo inteligente de gestión del aparcamiento.
Moreira se declaró también un partidario de la colaboración entre lo público y lo privado, tesis que apuntaló señalando que, en la última década, por cada euro de inversión pública en Oporto, ha habido entre 10 y 15 de inversión privada, porque la ciudad es "un buen negocio". También contrapuso el supuesto éxito del metro de su ciudad, cuya gestión está externalizada y gana usuarios cada año, al retroceso del autobús urbano en Lisboa.
El alcalde defendió finalmente la constitución de "redes de ciudades inteligentes", porque le parece "fundamental encontrar formas de colaboración y redes de solidaridad y de futuro", que potencien los rasgos individuales de cada uno de los socios. "En red crearemos casos de éxito de los que estaremos orgullosos", vaticinó.