La divergencia se aleja y la "guerra de divisas" se recrudece. Todo parece apuntar a que no habrá nueva subida de tipos en Estados Unidos en marzo, y veremos si en junio… Lo que sí traerá el mes que viene, según descuenta el consenso, es un incremento de los estímulos en la Zona Euro. Mientras […]
Dirigentes Digital
| 22 feb 2016
La divergencia se aleja y la "guerra de divisas" se recrudece. Todo parece apuntar a que no habrá nueva subida de tipos en Estados Unidos en marzo, y veremos si en junio… Lo que sí traerá el mes que viene, según descuenta el consenso, es un incremento de los estímulos en la Zona Euro. Mientras tanto, Japón se ha sumado a la "moda" de los tipos negativos y, de hecho, se especula con la posibilidad de que la autoridad monetaria norteamericana también lo haga…
Sin embargo, lejos de reducir las tensiones, estas políticas han comenzado a despertar suspicacias por su impacto en los balances del sector financiero, que sufre ya por los miedos que despiertan países y empresas productoras de petróleo ante el hundimiento de esta materia prima. Al mismo tiempo, "la búsqueda de la seguridad empuja las rentabilidades de la deuda hacia abajo y aplana las curvas", añade el equipo de renta fija de Natixis Asset Management (AM).
"Los objetivos primarios de los inversores en renta fija son habitualmente la preservación del capital y una rentabilidad estable. Como es evidente en el entorno actual estos dos objetivos ya no son fáciles de lograr, lo que exige que busquen alternativas adecuadas", añade Hervé Hanoune, director de renta fija en Vontobel AM.
Así, por ejemplo la "selectividad" es para Natixis AM "esencial ante la gran diferencia entre Alemania y otros países centrales y periféricos". Así, profundizan en la duración en el primer caso y apuestan fuerte por la exposición a la periferia de la Zona Euro.
Diversifican con high yield y bonos convertibles. Explica la firma que son optimistas con el primer tipo de deuda en que los fundamentales son sólidos (apalancamiento moderado) y la tasa de morosidad baja (por debajo de la media), cuenta con el apoyo que supone el BCE y el entorno de bajos tipos de interés y, además, la valoración es atractiva tanto en términos absolutos como relativos.
Los cinco factores de generación de rentabilidad
Por su parte, Hanoune cree que "son cinco los factores de generación de rentabilidad (además de las estrategias tradicionales como por ejemplo la duración y el riesgo de crédito) que los inversores deben tomar en consideración. Si los aplican, podrían estar bien equipados para navegar con éxito en las aguas turbulentas del océano de la renta fija".
En primer lugar, aconseja: "Multiplique su conjunto de oportunidades", pues "Independientemente de donde se encuentren geográficamente y de su sesgo, los inversores que amplíen su ámbito territorial de actuación, pasando de lo local o continental a lo global, se verán recompensados con una selección mucho mayor de oportunidades de inversión y estrategias. A la hora de comparar el tamaño de la deuda emitida en la Zona Euro en forma de valores con calificación de grado de inversión con el de los valores de igual calificación emitidos en todo el mundo el mercado global es seis veces mayor".
Segundo, "gestione su cartera de manera activa". Y es que, en renta fija "la renta fija, las fuentes de valor difieren de un año a otro, y las variaciones pueden resultar bastante dramáticas. Por ejemplo, durante los tiempos de crisis del 2008, los bonos de alta rentabilidad europeos tuvieron una rentabilidad de -31,2%. Durante el año siguiente, en 2009, lograron la mayor rentabilidad en el espacio de la renta fija, alcanzando el 84,6%. Por ello, abrir las carteras a estas oportunidades puede ser un importante factor de generación de rentabilidad".
Asimismo, recomienda aprovechar "las oportunidades en valor relativo. Aunque los inversores no confíen del todo en un segmento concreto de renta fija, por ejemplo el de alta rentabilidad, pueden expresar una visión de valor relativo para la evolución de Europa frente al mercado de alta rentabilidad de Estados Unidos. En el pasado, la correlación entre estos mercados a menudo ha sido baja, alcanzando una diferencia en la rentabilidad anual de hasta 23 puntos porcentuales".
También es clave buscar "la máxima diversificación". Para hacerlo, indica, "los inversores necesitan tener acceso a la totalidad del universo de los bonos, es decir, ser capaces de invertir y diversificar el riesgo entre clases de activos, estrategias de inversión y horizontes temporales, compensando de esta forma los riesgos. Los riesgos de crédito, por ejemplo, pueden cubrirse con posiciones en divisas; los de mercados emergentes pueden cubrirse con posiciones en tipos. El resultado final es una cartera más estable, capaz de lograr una buena rentabilidad. Esta construcción de carteras de renta fija sin limitaciones logra lo que los inversores esperan de los bonos: rendimientos constantes y estables a largo plazo".
Finalmente, recomienda emplear una "gestión sofisticada del riesgo", subrayando que "las herramientas que sustentan la actividad de inversión tienen que tener plenamente en cuenta los riesgos individuales de cada posición, y modelar los efectos compensatorios de la diversificación. Tal y como se vio en el pasado, los inversores no deben basarse únicamente en hipótesis de modelización estática, sino que también tienen que utilizar la experiencia humana, de manera que los riesgos se prevean realmente y no se vean únicamente como el resultado de una determinada herramienta".
Oportunidades en el sector bancario
La industria financiera (con permiso de la energética) ha sufrido con fuerza el envite de la última oleada de turbulencias, a vueltas con el miedo a una recesión, la deuda ligada precisamente al sector petrolero y las consecuencias de los tipos negativos. Así, se ha llegado a cuestionar si Deutsche Bank podría ser el próximo Lehman Brothers.
Sin embargo, Michael Boye, experto en renta fija de Saxo Bank, considera que "si hay una crisis de resultados en la entidad, y puede haberla, una crisis de liquidez y solvencia parecen estar lejos". Así, señala que "los inversores también pueden sacar provecho de los elevados rendimientos dl banco. Los bonos senior en euros y dólares, el objetivo de la recompra con vencimiento en 2021 está rindiendo un 1,6% y 3,8%, respectivamente, lo que es comparable a los depósitos bancarios. Los bonos subordinados más arriesgados (pero no CoCos) tienen un rendimiento de 4-7%, dependiendo de la madurez y de la moneda".
Por su parte, Regina Borromeo, gestora de Brandywine, filial de Legg Mason, destaca que "hemos empezado a aumentar nuestra exposición a títulos bancarios senior, ya que actualmente vemos más valor en este segmento, pero siendo prudentes en las partes inferiores de la estructura de capital, por si la situación empeora en lugar de mejorar".