El grupo conservador de Samaras están intentando sumar apoyos para la elección de Stavros Dimas como presidente de la República en la segunda votación, tras el fracaso rotundo de la primera ronda. El primer ministro ofrece incorporarse al Gobierno a la oposición, a cambio de que votar a favor de Dimas.
Si Samaras no recaba los votos necesarios, el Parlamento se vería abocado en su disolución y convocatorias anticipadas. Le quedan dos intentos más para evitarlo, y el siguiente será mañana por la tarde. Su grupo apenas logró arañar cinco votos más de los escaños con los que cuentan. Su grupo parlamentario no cuenta con la mayoría necesaria para sacar adelante la propuesta por sí solos. La elección del presidente se lleva a cabo en tres votaciones. En las dos primeras, es necesaria una mayoría de al menos 200 legisladores en una cámara compuesta por 300. En la tercera y última, que se celebraría el 29 de diciembre, el número necesario de apoyos se fija en 180.
Todos los líderes de los grupos de la oposición ya han avanzado que bloquearán al candidato de Antonis Samaras, con lo que se vería obligado a una convocatoria de elecciones anticipadas.
El rebrote de la crisis política coincide con nuevas protestas en las calles de Atenas y mientras el país negocia con la troika más ajustes para recibir el último tramo del rescate. La huelga de hambre de un joven que está condenado a 15 años de prisión por robo ha devuelto las manifestaciones y la violencia a las calles del país, que añade más presión política al Gobierno.
Samaras se ha acercado al grupo de la izquierda moderada Dimar que reclama un Gobierno de transición para finalizar las negociaciones con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), una reforma constitucional y la convocatoria de elecciones a lo largo de 2015.
La mano tendida del primer ministro va en esta dirección. Aunque la formación, que formó parte del Gobierno hasta el año pasado, ha rechazado la propuesta.