"Hasta la fecha hemos recibido un pequeño número de incidencias a nivel mundial y en este momento estamos realizando una inspección minuciosa con nuestros proveedores para identificar posibles baterías afectadas en el mercado. Sin embargo, dado que la seguridad de nuestros clientes es la prioridad principal para Samsung, hemos decidido suspender las ventas de Galaxy Note7", ha dicho la empresa en un comunicado.
"Para todas aquellas personas que hayan ya adquirido dispositivos Galaxy Note7, les rogamos que por favor apaguen su dispositivo y vuelvan a usar su anterior teléfono. A partir del próximo día 19 de septiembre, empezaremos a sustituir voluntariamente su dispositivo Galaxy Note7 actual por uno nuevo", ha informado.
La agencia que regula la seguridad de los productos de consumo en Estados Unidos ha hecho el mismo llamamiento y la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos recomendó encarecidamente a los que tuvieran un Note 7 que apagaran el teléfono durante los vuelos y no lo pusieran en su maleta facturada.
El modelo de Samsung presenta un grave problema de fábrica en la batería con un sobrecalentamiento que puede hacer que el litio se prenda fuego y el teléfono explote. Desde su lanzamiento se han reportado varias decenas de incidentes relacionados con la batería del Note 7 en todo el mundo.