Sánchez, abocado al fracaso

Durante una hora y treinta y seis minutos (el discurso de investidura más largo) ha intentado Pedro Sánchez convencer a los diputados de la viabilidad de un nuevo gobierno presidido por él, con el apoyo de Ciudadanos y de el resto de "formaciones del cambio". Prácticamente toda la comparecencia de Sánchez, que ha agradecido la valentía de Albert Rivera y de su formación, ha ido destinada a Pablo Iglesias y su partido para que se sumen al acuerdo.

Sánchez ha criticado al PP y en concreto a Mariano Rajoy tanto por sus políticas en estos cuatro años, como por rechazar el encargo del jefe del Estado de formar gobierno, y ha añadido que para él, este encargo no ha sido una opción, sino "una responsabilidad". Para Sánchez, los españoles también han hecho este encargo su partido, por lo que "salir sin acuerdo significa que hemos hecho mal nuestro trabajo".

En cuanto a la postura adoptada por Podemos durante este largo mes de negociaciones, el dirigente socialista ha añadido que "no vale la imposición, el chantaje o el abandono de la mesa de negociación. Necesitamos sumar. Bloquear los acuerdos significa seguir donde estamos". Sánchez se ha referido además al fracaso de un pacto de izquierdas, alegando que por muchos partidos que se sumen, "no suman para formar Gobierno". "Quienes si suman son las fuerzas del cambio", ha añadido Sánchez.

"Me ofrezco a presidir un gobierno basado en el bien general y en el sentido común", han sido las palabras utilizadas por el presidente del PSOE para alegar que no entiende que no se llegue a un acuerdo, cuando muchas formaciones están de acuerdo en los temas importantes, en formar un gobierno progresista y reformista.

Pedro Sánchez ha recurrido al entendimiento para afirmar que desde el PSOE "queremos una España en la que quepamos todos, independientemente de a quien hayan votado". "Sabemos que no tenemos la mayoría parlamentaria para gobernar y que no podemos imponer nuestro programa, pero podemos defenderlo con firmeza línea a línea", ha concluido.

Sánchez también se ha referido al acuerdo que les proponía el Partido Popular, y ha aclarado que el PSOE no podía pactar con "las políticas que defiende Rajoy". "Hasta la peos de las medidas entre el acuerdo de PSOE y Ciudadanos es mejor que mantener a Rajoy en funciones", ha sentenciado el socialista.

Desafíos de Gobierno

Las políticas que defiende Pedro Sánchez para los próximos 4 años giran en torno a 5 grandes desafíos: fomentar el empleo, luchar contra desigualdad, luchar contra la corrupción, trazar el papel de España en mundo y en la Unión Europea y resolver la crisis de convivencia. "todos ellos necesitan soluciones urgentes" ha dicho Sánchez.

El PSOE propone un cambio de modelo de crecimiento basado en innovación y mejora de la productividad, medidas para mejorar competencia en mercados, promocionar la economía social con reformas, defensa de los consumidores en especial de productos financieros con nuevo código de consumo, reforzar mecanismos de control de las empresas, etc.

Pedro Sánchez también ha prometido que si es presidente del Gobierno, fortalecerá la estabilidad presupuestaria, mediante un cambio radical de las medidas: "negociaremos con Bruselas un nuevo calendario que gradúe el ritmo de reducción de déficit publico, renunciaremos a que el ajuste sea a costa de recortar el estado del bienestar y llevaremos a cabo una reforma integral y progresiva que luche contra el fraude y prohíba las amnistías fiscales que aprobó el PP". En cuanto a la reforma laboral, aunque no ha hablado claramente de derrocarla, como sí ha hecho en otras ocasiones, Sánchez ha anunciado que su gobierno potenciará la negociación colectiva, creará un nuevo estatuto de trabajadores y suprimirá los elementos que han provocado la cuna de la precariedad laboral. "Con el programa del PSOE se limitará a dos años la contratación por tiempo determinado y se aumentará indemnización por despido" ha anunciado Sánchez.

Pedro Sánchez ha dicho que uno de los principales problemas de España es la desigualdad, y para luchar contra ella, asegura un ingreso mínimo vital para 750.000 hogares que no tienen ninguna fuente de ingresos, así como una subida del salario mínimo y prestaciones por hijos a cargo.

"En los últimos años, la corrupción ha alcanzado un nivel insoportable, los escándalos se amontonan hasta convertirse en algo cotidiano", ha sostenido el candidato socialista. "La democracia tiene un enemigo llamado corrupción. Y ese enemigo debe de ser común a todos los partidos democráticos. "Volcaré desde el Gobierno todo el esfuerzo en prevenir, combatir y castigar con contundencia la corrupción", ha añadido. Sánchez ha pasado ‘de puntillas’ por la cuestión catalana, afirmándo que tiende la mano "al dialogo".

Respuesta de los grupos parlamentarios

Pablo Iglesias ha querido mostrar, en una breve declaración, que el discurso de Pedro Sánchez le ha parecido decepcionante y que pese a hablar de cambio, "a mí el sabor del pacto de PSOE-Ciudadanos me sabe a más de lo mismo". Palabras que ha subrayado el portavoz de la formación en el Congreso, Íñigo Errejón: "El discurso nos ha parecido muy por debajo de lo que esperábamos, nosotros insistimos: Sánchez puede ser presidente del Gobierno si se atreve a serlo y si escoge el carril de la posibilidad de Gobierno de coalición y de cambio".

Desde el Partido Popular, varios diputados han tachado la comparecencia como "la pero de la historia de la historia de la democracia". Rafael Hernando, portavoz de los populares ha afirmado: "El señor Sánchez ha pasado del ‘no, no, no’ al ‘yo, yo, yo’". "Nunca he visto tanta petulancia como la de su discurso" y ha añadido: "Se niega la realidad, se pretende describir una España en negro" en la que se presenta a Sánchez como un "adalid" que va a salvar el país".

Ciudadanos ha sido la única formación, que pese a mostrar su desacuerdo con Sánchez por no haber aludido a la supresión de las diputaciones, hace una valoración positiva del discurso de Sánchez. Así lo ha confirmado su portavoz en el Congreso, que ha dicho que el propuesto por el socialista es una propuesta reformista para España con la "seña de Ciudadanos".

Tanto Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) como el PNV han anunciado que votarán "no" a la investidura de Pedro Sánchez.