Las hipotecas subprime desató en Estados Unidos una crisis financiera. Todavía se nota las consecuencias en la mayoría de economías desarrolladas. Los bancos se hincharon a activos tóxicos que contenían este tipo de hipotecas que con seguridad iban a ser fallidas. A partir de 2008, las autoridades estadounidenses persiguen estas prácticas con ahínco.
La DCA ha abierto una investigación a dos filiales de la entidad española por presuntas prácticas que repite los esquemas de las hipotecas basuras, pero en la concesión de créditos para comprar coches de segunda mano. El informe de la comisaria de la DCA, Julie Menin, ha implicado a Santander Consumer USA Holdings y Santader Consumer Funding 3 LLC, presuntamente por incurrir en prácticas ilegales y abusivas en los últimos tres años.
Según un comunicado emitido este martes, el 88 % de los préstamos ofrecidos por ambas entidades para compra de coches usados eran de alto riesgo y añadían altas primas al usuario sin previa advertencia. La legislación de Nueva York exige que cuando se cierra un préstamo al consumo se debe especificar los intereses que se va aplicar, pero las investigaciones apuntan que no se informaba al consumidor, en una práctica generalizada.
La DCA señala que se han concedido más de 2 millones de préstamos con estas características. La investigación se abrió el pasado julio con las pesquisas en 500 establecimiento de venta de coches de segunda mano. De momento, 200 han sido citados ante las autoridades para que presenten documentos para aclarar más de 170 violaciones registradas solo el año pasado.
En su escrito Menin denuncia que cuando los consumidores recurren a este tipo de préstamos con altos intereses es porque ya tienen problemas económicos. "Los estudios demuestran que los préstamos de algo riesgo, que han sido culpados por la crisis hipotecaria de Estados Unidos, están creciendo a un ritmo preocupante de más del 130 % desde la crisis financiera".