La cartera de activos inmobiliarios ha registrado en los tres años que lleva en pie el banco malo un agujero de 3.012 millones. La nueva regulación de valoración de activos le ha obligado en el último ejercicio a la entidad a anticipar provisiones por 2.044 millones. DIRIGENTES ya adelantó hace unos días que la Sociedad […]
Dirigentes Digital
| 31 mar 2016
La cartera de activos inmobiliarios ha registrado en los tres años que lleva en pie el banco malo un agujero de 3.012 millones. La nueva regulación de valoración de activos le ha obligado en el último ejercicio a la entidad a anticipar provisiones por 2.044 millones.
DIRIGENTES ya adelantó hace unos días que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) iba a realizar millonarias provisiones que iban suponer pérdidas por tercer año consecutivo. La compañía cerró 2015 con unas pérdidas brutas de 472,3 millones de euros, un 53 % menos que en 2014. Solo el efecto fiscal del saneamiento ha permitido generar un beneficio neto de 330.000 euros.
La Sareb hace frente a las pérdidas generadas por este esfuerzo de saneamiento con su colchón de recursos propios, sin necesidad de nuevas aportaciones de capital, indica en un comunicado. La entidad convertirá en capital 2.171 millones de euros de su deuda subordinada, es decir, convierte deuda en liquidez, a costa de sus principales accionistas. Algunas entidades, como Santander o Caixa, han provisionado ya esa conversión como pérdidas en sus cuentas.
Sareb está compuesta por un accionista público, el FROB, y 16 bancos privados que soltaron en ella sus peores activos. El principal accionista de Sareb es el FROB, con un 45%. Le sigue el Santander con el 17,3%, Caixabank (12,4%), Sabadell (6,9%), Popular (6%) y Kutxabank (2,6%). Los 3.600 millones de euros con los que cuenta Sareb como deuda subordinada fue emitida y subscrita por 30 inversores, entre ellos Santander (con 598 millones de euros); Caixabank (431 millones); Sabadell (238 millones); Popular (204 millones), y Kutxabank (91 millones).
Para el presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, "la compañía ha tenido que hacer frente en 2015 al efecto combinado del cambio de marco contable y al complejo y laborioso proceso de migración de activos. Ambas circunstancias han impactado sobre nuestra cuenta de resultados y nos han obligado a reenfocar nuestra estrategia de aproximación al mercado para los próximos años. La nueva regulación nos exige un mayor esfuerzo en la gestión de capital, márgenes y provisiones a la hora de desinvertir".