El consejo de administración de Repsol acaba de aprobar un reparto de dividendo pero frente al tradicional pago en efectivo en esta ocasión ha optado por un dividendo flexible o scrip dividend. Con cargo al ejercicio 2014, la compañía ha aprobado un pago de 0,5 euros brutos por acción. Repsol realizará una ampliación de capital […]
Dirigentes Digital
| 27 nov 2014
El consejo de administración de Repsol acaba de aprobar un reparto de dividendo pero frente al tradicional pago en efectivo en esta ocasión ha optado por un dividendo flexible o scrip dividend. Con cargo al ejercicio 2014, la compañía ha aprobado un pago de 0,5 euros brutos por acción. Repsol realizará una ampliación de capital para responder a las peticiones de cobro del dividendo en acciones que alcanzará un valor de mercado máximo de 675 millones de euros.
No es la única compañía que ha optado por esta forma de remuneración al accionista. Otra de las grandes compañías del Ibex, Telefónica también ha elegido el scrip dividend para su última remuneración a los accionistas.
Esta forma de remuneración es una alternativa al pago en efectivo. La compañía realiza emisiones de acciones para pagar con ellas a los accionistas. Las opciones que tiene el inversor varían entre vender los derechos de suscripción proporcionados por la empresa para conseguir estas nuevas acciones y así conseguir liquidez. Por otro lado, puede quedarse con los derechos y canjearlos por las acciones correspondientes.
Entre las desventajas que algunos apuntan a la hora de esta remuneración es que es necesario un mayor esfuerzo para el accionista que debe elegir qué opción tomar y en el caso de decidir la venta de los derechos debe tener en cuenta una serie de variables que no eran necesarias analizar cuando se pagaba el dividendo en efectivo.
Otra de las desventajas de este tipo de pago es que al realizar una emisión de ampliaciones se produce una dilución del capital dado que existen un mayor número de acciones. Puede ser una operación que lleve a una ineficiencia de la empresa por la sobrecapitalización de la misma tras la realización de una emisión de acciones.
En el lado de las ventajas, se encuentra el aspecto fiscal. Este pago en forma de acciones permite un pago en diferido de impuestos dado que al no ser un beneficio en efectivo no se produce la tributación en el momento. Actualmente está exentos de pago de tasas los beneficios hasta 1.500 euros. El inversor que recibe las acciones, eso sí, tendrá que pagar los impuestos que sean necesarios en el momento que decida vender las acciones.
Otra de los puntos positivos que tienen este pago de dividendos es que si un inversor quiere ampliar su participación en la empresa puede hacerlo de forma sencilla. En esta operativa puede acceder a la compra de derechos que otros inversores decidan vender y a través de estos conseguir un mayor número de acciones.