La desaceleración emergente, con China a la cabeza, y global, sumada al hundimiento del petróleo y a las turbulencias que han asolado los mercados financieros entre enero y marzo no auguran nada bueno para los balances empresariales de este periodo. De hecho, las previsiones apuntan al mayor retroceso en seis años y medio, liderado por […]
Dirigentes Digital
| 11 abr 2016
La desaceleración emergente, con China a la cabeza, y global, sumada al hundimiento del petróleo y a las turbulencias que han asolado los mercados financieros entre enero y marzo no auguran nada bueno para los balances empresariales de este periodo. De hecho, las previsiones apuntan al mayor retroceso en seis años y medio, liderado por el asediado sector energético.
En concreto, según datos de Bloomberg, las ganancias de las compañías del S&P 500 cederán un 9,8% en tasa interanual, esto es, el peor dato desde el tercer trimestre de 2009 y el cuarto consecutivo en negativo.
"Es bueno anticipar las malas noticias. Luego, quizás, no sean interpretadas de forma tan negativa", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. Los resultados, junto a la situación en Grecia y Portugal, o que vuelvan las discrepancias entre los bancos centrales, son los "potenciales cisnes negros" de la firma.
Y es que, tal y como explica Link Securities, los inversores "no tomarán nuevas posiciones de riesgo hasta conocer qué esperan los gestores de las compañías cotizadas en relación al devenir de sus negocios en los próximos trimestres. De mostrarse en su mayor parte optimistas, este puede ser el catalizador que hace falta para que los mercados recuperen el buen tono de hace unas semanas. Por el contrario, si estos directivos se muestran pesimistas debido a que perciben un escenario económico de debilidad, las Bolsas continuarán corrigiendo y se acercarán a sus mínimos del año".
El consejo del broker estadounidense: calma. "Casi lo mejor es que sigamos dejando pasar el tiempo mientras los cisnes blancos aparecen. Y me refiero a la confirmación de la mejora económica, racionalidad política y coordinación económica/financiera de nuestras autoridades".
Mientras, desde Capital Economics recuerdan que, en general, "las ganancias comienzan a disminuir en las últimas etapas del ciclo económico, pero eso en si mismo no causa una recesión".
Recuerda la firma que, a mediados de los 80, los resultados cayeron sin que se produjera una contracción económica. Por otra parte, añade, "ni si quiera estamos seguros de que los beneficios hayan alcanzado su máximo en este ciclo económico, pues aproximadamente la mitad de las caídas del cuarto trimestre se explica por el pago de la multa de BP por el desastre del Golfo de México (20.000 millones). También sufrió el sector financiero y el exportador por la fortaleza del dólar. Es posible que las ganancias se recuperen", afirman.
En cambio, añaden estos expertos, "es el correspondiente repunte de los costes laborales y de la inflación el que puede hacerlo, pues por lo general la Fed suele responder a los mismos con subidas de tipos agresivas", algo que no está pasando actualmente. "Es la Fed, no la reducción de los resultados la que mata las expansiones económicas y, en este caso, ni siquiera ha comenzado a afilar el cuchillo".