Tras el fracaso de las conversaciones que se han celebrado este fin de semana y a pocos días de que se cumplan dos meses desde las elecciones generales del 24 de septiembre, Alemania sigue en vilo a la espera de que se concrete una coalición de gobierno. Tras cinco semanas de diálogo, el partido liberal […]
Dirigentes Digital
| 17 nov 2017
Tras el fracaso de las conversaciones que se han celebrado este fin de semana y a pocos días de que se cumplan dos meses desde las elecciones generales del 24 de septiembre, Alemania sigue en vilo a la espera de que se concrete una coalición de gobierno. Tras cinco semanas de diálogo, el partido liberal ha roto las negociaciones con el partido conservador de la canciller, Angela Merkel, y con los verdes ante la falta de acuerdo en varios temas clave. El último impulso al diálogo entre los tres partidos, iniciado el viernes, no ha servido para reducir las diferencias entre los posibles socios. El partido conservador, la CDU, fue el más votado en los comicios, pero perdió casi 3 millones de sufragios. Tampoco salieron bien parados de las urnas los socios de los conservadores de Merkel en la anterior legislatura, el partido socialdemócrata SPD, que obtuvo su peor resultado desde 1949. Estos resultados y el ascenso de la extrema derecha motivaron que el SPD rechazase la misma noche electoral reeditar por cuarta ocasión esa “Gran Coalición”. Ante este panorama poselectoral, la única coalición viable para formar gobierno es la que llevan negociando desde el 18 de octubre conservadores, liberales y Partido Verde. Esta alianza, inédita a nivel estatal, no ha conseguido concretarse a pesar de las jornadas maratonianas de reuniones tripartitas en las últimas semanas. Los tres partidos tienen posiciones muy diferentes en varios temas clave y no han conseguido siquiera consensuar un borrador de acuerdo. Las principales diferencias radican en política migratoria, medio ambiente, presupuestos y Unión Europea. La CDU, que perdió apoyos electorales ante la ultraderecha por la llegada de 890.000 refugiados en 2015, ha propuesto limitar la entrada de solicitantes de asilo a 200.000 al año, mientras que sus socios ecologistas rechazan la medida. Por su parte, los liberales también rechazan las políticas conservadoras hacia la Unión Europea, especialmente en lo que respecta a los rescates financieros a otros países comunitarios. Mientras, los verdes demandan un reducción de 90 millones de toneladas de CO2 en 2020, una propuesta que los otros dos partidos piden limitar al menos un 28%. La propia canciller Merkel ha reconocido que existen diferencias profundas entre los posibles socios, aunque ha mantenido que sigue siendo optimista de cara a la formación de gobierno. Sin embargo, la prensa alemana ya habla de una posible nueva convocatoria de elecciones o de un posible gobierno en minoría de los conservadores, algo que no ha sucedido en Alemania desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La decisión debe tomarla ahora el presidente de Alemania, el exministro de Exteriores del SPD Frank Walter Steinmeier, con el que se reunirá hoy Merkel para comunicarle el fracaso de las negociaciones. Ambos valorarán la posibilidad de unas elecciones anticipadas, de un gobierno minoritario de Merkel. Tampoco se descarta la opción de presionar a los socialdemócratas de que reconsideren su rechazo a formar una tercera coalición con los conservadores. La posibilidad de volver a las urnas de forma precipitada tras los peores resultados de los dos grandes partidos en las últimas seis décadas puede originar un escenario que nadie desea, el de un mayor respaldo electoral para la extrema derecha.