El petróleo se ha apreciado alrededor de un 25% en tres sesiones, abandonando los mínimos de 2009 que alcanzó hace dos semanas. El Brent ha pasado de 43 dólares el barril a 53 dólares y el Texas ha subido desde los 38 dólares hasta os 48 actuales. La preocupación que ha mostrado la OPEP por […]
Dirigentes Digital
| 31 ago 2015
A pesar de las declaraciones, "la OPEP sigue bombeando a toda máquina para generar dinero en efectivo, mientras que Irán ha declarado que están dispuestos a reclamar su cuota de mercado. Estos acontecimientos están dejando al mercado un tanto desconcertado y deja en el aire la probabilidad de que Arabia Saudí lleve a cabo su estrategia de volver a equilibrar el mercado a través de un período de precios más bajos", Ole Hansen, analista de Saxo Bank.
La semana pasada el petróleo registró la mayor subida en seis años, tras meses de desplome que se agudizaron el último mes por los problemas de China que llevaron a la cotización por debajo de los cuarenta dólares. El oro negro ha entrado en una montaña rusa pero de lejos significa que ha tocado suelo y que se recuperará a medio plazo, según los expertos. Y las previsiones son apocalípticas. Ecuador, país miembro de la OPEP, ha calculado en sus presupuestos para el año que viene que el barril no superará 40 dólares. Citigroup va más allá y ya habla de un 90% de probabilidades de que baje hasta los 30 dólares y el Banco Mundial ve el barril a 10 dólares."Con la atención aún puesta en el exceso de oferta a nivel global, a lo que hay que sumar ahora la preocupación sobre la demanda china, aún no se han establecido las bases para una recuperación", advierte Ole Hansen, analista de Saxo Bank.
"Tales cambios bruscos no se pueden explicar por el cambio de la oferta y fundamentos de la demanda, sino más bien la difusión y menguante aversión al riesgo en el mercado de futuros. Preocupaciones sobre el crecimiento global relacionados con un posible aterrizaje brusco de la economía china deben permanecer en el asiento del conductor, no sólo por el petróleo sino por materias primas en general. La volatilidad debería permanecer elevada hasta que haya más claridad sobre la gravedad de la desaceleración económica en China", apunta Carsten Menke, Commodities Research Analyst, Julius Baeres.
Pero tras los factores coyunturales como una demanda mundial a la baja provocada por la crisis económica empeorada por la actual situación de China, se sitúa la decisión de Arabia Saudí a finales de 2014, cuando comenzó la evolución a la baja del petróleo, de dejar caer el crudo. El país es el principal productor de petróleo del mundo y su estatus se vio amenazado por la producción estadounidense. Riad marca el paso del cártel de la OPEP que ha aumentado la producción en 1,6 millones de barriles por día desde finales del 2014. El objetivo era sacar del mercado a países que no son miembros del cártel con un precio del petróleo que cubriera los costes de extracción y ahogar la producción principalmente de Estados Unidos, que la ha duplicado en los últimos años gracias al petróleo esquisito.
Sin embargo. Estados Unidos está aguantado el envite. Se pensaba que su nueva producción por debajo de 60 dólares no sería rentable, pero los conocimientos del terreno y el desarrollo tecnológico de la industria del país están demostrando que el petróleo estadounidense sigue siendo rentable. Con las primeras bajadas a los actuales niveles se comenzaron a cerrar muchos pozos, pero la realidad es que la estructura del nuevo oro negro es flexible para cerrar y abrir según rentabilidad que ofrezca el mercado. En la actual guerra de precios el recuento de perforaciones de esquisito en terreno de Estados Unidos se está convirtiendo en clave para valorar si Arabia Saudí está ganando la batalla. Con las primeras caídas por debajo de dólares ,según Baker Hughes, el número de yacimientos descendió durante 29 semanas consecutivas, pero desde hace más de seis semanas los pozos abiertos no han parado de crecer. Los precios de equilibrio para los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos podrían muy bien situarse por debajo de 40 dólares.
Los planes de Arabia Saudí no están ejecutando tan rápido como tenía previsto, pero en la última reunión junio de la OPEP ya anunció que no cambiará su estrategia, con lo que los precios bajos del petróleo están lejos desaparecer.