Tras llegar a su nivel máximo en enero, las encuestas de coyuntura económica de marzo siguen retrocediendo por segundo mes consecutivo. Los indicadores de confianza siguen estando relativamente altos, lo que indica un crecimiento trimestral del PIB de alrededor del 0,7%, pero la desaceleración observada de la expansión en comparación con el muy buen comienzo […]
Dirigentes Digital
| 09 abr 2018
Tras llegar a su nivel máximo en enero, las encuestas de coyuntura económica de marzo siguen retrocediendo por segundo mes consecutivo. Los indicadores de confianza siguen estando relativamente altos, lo que indica un crecimiento trimestral del PIB de alrededor del 0,7%, pero la desaceleración observada de la expansión en comparación con el muy buen comienzo de la economía a principios de año es notable. Esta desaceleración puede, sin embargo, atribuirse en parte a factores climatológicos que perturbaron la actividad industrial en algunos países del norte de la zona euro y más significativamente por las limitaciones de producción que pesan sobre el crecimiento (acumulación de retrasos, tiempos de entrega, cierta escasez de mano de obra), dado el ritmo sostenido de recuperación en la zona euro, explican desde Groupama Asset Management. Con todo, estos factores por sí mismos no pueden explicar el retroceso observado en los índices en los últimos meses. “La apreciación del euro se siente cada vez más en las respuestas de las empresas, especialmente en el nivel de los pedidos de exportación en significativa desaceleración durante dos meses. Esta es una indicación clara de las crecientes incertidumbres relacionadas con las recientes tensiones comerciales y el posible impacto en el euro”, señala Maryse Pogodzinski, economista de Groupama AM. Son los indicadores alemanes y el sector manufacturero los que se han visto visiblemente más afectados por estos temores recientes de escalada del proteccionismo. “No es sorprendente porque Alemania es muy dependiente del comercio mundial. El indicador IFO, un indicador amplio de confianza en la industria manufacturera de exportación en Alemania, cayó en marzo por segundo mes consecutivo, en línea con el mensaje de la encuesta PMI. La evaluación de la situación actual sigue cerca de su punto máximo en enero, mientras que el retroceso de las expectativas de las compañías es mayor de lo esperado y sitúa al índice por debajo de su promedio de 2017, pero aún muy por encima de su promedio a largo plazo”, explica la economista. Estos cambios pueden estar lógicamente asociados con los recientes comentarios de Draghi y Praet. “A la economía nacional le está yendo bien y las encuestas de marzo, a pesar del retroceso, aún sugieren que la economía se mantiene en una zona de fuerte expansión; pero los temores de medidas proteccionistas más generalizadas hacen que los riesgos alcistas para el crecimiento sugeridos por las encuestas a principios de año han disminuido notablemente. Y si estos temores afectaran al euro de manera más visible, ralentizaría el proceso de normalización de la política monetaria del BCE”, subraya. La economista de Groupama AM destaca dos factores que se deben de monitorizar estrechamente: la evolución de las medidas anunciadas desde Estados Unidos y los posibles ajustes en consecuencia, y el impacto negativo sobre la confianza de los agentes económicos (empresas y hogares) que podría hacer sufrir a la inversión, “un factor clave para el crecimiento en la zona euro”, a su juicio.