Tres de los principales bancos centrales han alertado sobre los riesgos que el cambio climático plantea al sistema financiero. A este respecto, el equipo de expertos de Lombard Odier considera que los inversores no pueden permitirse tratar las cuestiones de como una “preocupación de nicho en las carteras”. En la actualidad, la inversión responsable representa […]
Dirigentes Digital
| 26 abr 2018
Tres de los principales bancos centrales han alertado sobre los riesgos que el cambio climático plantea al sistema financiero. A este respecto, el equipo de expertos de Lombard Odier considera que los inversores no pueden permitirse tratar las cuestiones de como una “preocupación de nicho en las carteras”. En la actualidad, la inversión responsable representa uno de cada cinco dólares gestionados profesionalmente en Estados Unidos y hay estudios que sugieren que la proporción podría ser de casi un 53% para los activos europeos. Con este crecimiento, listo para acelerarse, la sostenibilidad se convertirá rápidamente en un asunto de “todo el portfolio” y, por ello, se debe “fomentar entre los inversores que lo consideren como tal”. Una revolución silenciosa La economía global está a punto de una revolución sostenible que tendrá significativas implicaciones para los inversores. Las industrias y las empresas que no se adapten a la necesidad de un modelo de crecimiento más sostenible serán penalizadas por el mercado. El año 2015 marcó un importante punto de inflexión en este sentido. En este año, 193 países acordaron adoptar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, enfocados a acabar con la pobreza, luchar contra la desigualdad y abordar el cambio climático. Además, la introducción del Acuerdo de París ha establecido una serie de objetivos globales de gran alcance para abordar el cambio climático durante las próximas décadas. El año 2015 también ha servido como un punto de transición en la forma en la que los mercados de capitales han reflejado sus tendencias en este ámbito. Nuestros estudios muestran la relación que parece haberse formado en los últimos dos años entre los criterios ASG y la valoración de las acciones. Como inversores a largo plazo, buscamos avanzar en nuestra comprensión del impacto de la sostenibilidad en el rendimiento de “toda la cartera” centrándonos en su relación cada vez más profunda con el riesgo. Regulación, reputación y riesgo Los errores cometidos en relación con los criterios ASG pueden tener consecuencias financieras devastadoras para las empresas y los inversores. También creemos que tales fallos pueden ser un indicador temprano de cortoplacismo en una estrategia empresarial, ineficiencia operacional, brechas en el liderazgo, etc. Hemos monitorizado un “Radar de Controversia” que nos permite analizar el rendimiento de las compañías en nuestra base de datos ASG contra criterios éticos y de sostenibilidad clave. A lo largo de siete años, hemos observado que en el momento en el que una acción salta de una categoría baja a la más grave en cuatro o cinco controversias, pierde un promedio de un 3% en un mes (las dos semanas anteriores y las dos semanas después de su pico máximo de controversia). Además, en los últimos tres años el promedio de la pérdida alcanzó un sorprendente 15%. Teniendo en cuenta esta relación, creemos que la inversión sostenible se trata fundamentalmente de identificar compañías bien gestionadas que estén posicionadas para prosperar en una economía global que simplemente no puede seguir creciendo de la manera en la que lo ha hecho hasta ahora.