Bruselas ha vuelto a ser testigo de más redadas en relación con los atentados de París. Son siete las investigaciones policiales abiertas en el corazón de Europa. No sólo se ha visto afectado el barrio de Molenbeek, donde vivía el terrorista que sigue en busca y captura internacional, Salah Abdeslam. En esta ocasión las redadas […]
Dirigentes Digital
| 19 nov 2015
Bruselas ha vuelto a ser testigo de más redadas en relación con los atentados de París. Son siete las investigaciones policiales abiertas en el corazón de Europa. No sólo se ha visto afectado el barrio de Molenbeek, donde vivía el terrorista que sigue en busca y captura internacional, Salah Abdeslam. En esta ocasión las redadas se han ampliado al barrio de Laeken, donde se ha detenido a una persona, cuya identidad no ha sido relevada, que se interrogará para determinar si puede considerarse sospechoso o testigo de los atentados, según informó el portavoz del parqué federal, Eric Van Der Sypt.
Por otro lado, la Policía ha acordonado partes de los barrios de Jette, Uccle, Molenbeek-Saint Jean y el distrito centro, para investigar a amigos y familiares de Bilal Hafdi, uno de los terroristas que se inmoló en las inmediaciones del estadio de Francia en París. Según aseguraba el mismo portavoz, para estas últimas actuaciones había una investigación judicial que comenzó a principios de 2015 cuando Hafdi viajó a Siria. «Estas últimas redadas estaban ya previstas y no tienen relación con los atentados de París o la búsqueda de Salah Abdeslam. Pero aprovechamos ahora la ocasión para de alguna forma cerrar puertas», añadió el portavoz.
Bilal Hafdi es de nacionalidad francesa pero vivía en Bélgica. Con 20 años, ha combatido en Siria para el grupo terrorista Estado Islámico y figuraba en una lista de 800 nombres conocidos por sus lazos con Siria, por lo que el órgano de coordinación para el análisis de la amenaza (Ocam) sabía de quién se trataba.
Sin embargo, se desconoce si además de Bélgica otros Estados también tenían controlado al terrorista. La Comisión Europea consideró ayer que los Estados miembros siguen sin implementar como deberían el intercambio de información de inteligencia. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, lamentaba ayer que no colaboren a nivel europeo en materia de terrorismo.
El presunto cerebro de los atentados, Abdelhamid Abaaoud, murió en París tras el asalto al apartamento de Saint Denis, según confirmó esta mañana la Fiscalía en París. El fugitivo Salah Abdeslam, sin embargo, sigue en paradero desconocido.
Se han vertido muchas críticas a Bélgica por ser uno de los países con mayor concentración de yihaditas de toda Europa. El propio primer ministro belga, Charles Michel, llegaba a reconocer que en Molenbeek «hay un problema gigantesco». A pesar de que el Gobierno lleva tiempo trabajando para evitar la radicalización en la comuna, algo parece no funcionar porque sigue siendo un gueto de donde han salido muchos de los autores de los últimos atentados en Europa.
Esta mañana Michel comparecía ante el Parlamento, rechazando las críticas que se han vertido en este sentido sobre Bélgica, y concretamente sobre sus fuerzas de seguridad. Anunciaba el aumento del gasto en seguridad para el año que viene en 400 millones, hasta los 1.400 millones de euros, en el marco de un paquete de 18 medidas para la lucha contra el terrorismo. Por el momento la alerta por atentado es de un nivel 3 de un máximo de 4 y el Ejército sigue en las calles para complementar la labor de la Policía.