En concreto, entre julio y septiembre el indicador se situó en 1,08 puntos, algo más bajo que el trimestre anterior, cuando alcanzó los 1,14 puntos, la cifra más elevada desde 2007. Los datos se corresponden con los últimos indicadores conocidos de la economía española y la evolución de los mercados, que se mantienen en terrenos […]
Dirigentes Digital
| 14 oct 2014
En concreto, entre julio y septiembre el indicador se situó en 1,08 puntos, algo más bajo que el trimestre anterior, cuando alcanzó los 1,14 puntos, la cifra más elevada desde 2007.
Los datos se corresponden con los últimos indicadores conocidos de la economía española y la evolución de los mercados, que se mantienen en terrenos positivos pero reflejan una cierta estabilización en los últimos meses. Los encuestados que creen que es probable o muy probable que los mercados bursátiles bajen en los próximos meses llegan a su mínimo desde que se realiza la encuesta, con el 20,4%. Mientras, el 29,6% prevé ascensos y la mitad de la muestra espera que se mantengan en los niveles actuales.
La crisis influye menos a la hora de invertir
Los inversores españoles que entienden la crisis económica como un factor a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo sus operaciones se encuentran en el mínimo histórico, 25,9%, lo que supone 5 puntos menos que el trimestre anterior. Con ello prácticamente iguala el 25,4% de encuestados que se fijan en los tipos de interés y el Euribor cuando toman sus decisiones, con un avance de cinco puntos respecto al trimestre previo.
Esta creciente preocupación por la evolución de las rentabilidades se refleja también en las respuestas sobre las intenciones de los inversores en los próximos seis meses. Los depósitos y cuentas de ahorro se mantienen como el producto favorito, pero de nuevo vuelven a caer, esta vez hasta el 60.2% lo que suponen casi 6 puntos menos que entre abril y junio y su nivel más bajo desde 2009.
Los productos que más se benefician de esta bajada de los depósitos son los fondos de inversión y los planes o fondos de pensiones. En cuanto a los fondos, continúan sumando el favor de los inversores, con una subida de 1,3 puntos hasta el 4%, el mayor registro desde 2010.
Estos datos parecen indicar que se abre paso un cambio gradual en el comportamiento de los inversores, dispuestos a diversificar los instrumentos que eligen y reducir su presencia en productos menos activos y que ofrecen reducidos tipos de interés, en busca de mayor rentabilidad.
La encuesta incluye también las previsiones de septiembre, cuando el mercado europeo ya daba síntomas de agotamiento ante unas previsiones económicas enfocadas cada vez a un menor crecimiento. Aún así, los inversores creen que este mercado es precisamente el que más probabilidades tiene de subir en el futuro cercano. Concretamente, el 22.1% confían en avances, frente al 18,6% que sitúa a las plazas españolas como las que más avanzarán.
El retroceso del pesimismo de los inversores constatado en las últimas oleadas de la encuesta se plasma también cuando los entrevistados razonan sus expectativas sobre los mercados. El poco peso que tiene la crisis en las decisiones del inversor podemos encontrarlo también con respecto de sus expectativas de los mercados bursátiles. Un tercio de los que opinan que el mercado subirá, entienden que el motivo se encuentra en que existe una mejoría de la situación actual.
En el otro extremo, entre los pesimistas que prevén una bajada, el 51,6% culpan a la crisis, lo que representa 13 puntos menos que el trimestre anterior y un mínimo histórico.
Sin embargo, los inversores aun tienen prevenciones. Por eso y como viene ocurriendo en los últimos trimestres, tres de cada cuatro entrevistados sitúan el final de la crisis dentro de más de 3 años. Los datos pueden indicar que perciben la mejora de la actividad económica que respalda su optimismo, pero entienden que se tardará más en alcanzar una situación similar al momento anterior del inicio de la crisis.