Muchos países de Asia-Pacífico se definen a sí mismos como ‘economías del conocimiento’. La inversión anual en investigación, desarrollo e innovación de naciones como Japón o Corea, por ejemplo, es siempre superior al 3% del PIB. China invierte menos proporcionalmente, un 2%, si bien ronda los 500.000 millones de dólares anuales (eso representa casi la […]
Dirigentes Digital
| 21 jul 2017
Muchos países de Asia-Pacífico se definen a sí mismos como ‘economías del conocimiento’. La inversión anual en investigación, desarrollo e innovación de naciones como Japón o Corea, por ejemplo, es siempre superior al 3% del PIB. China invierte menos proporcionalmente, un 2%, si bien ronda los 500.000 millones de dólares anuales (eso representa casi la mitad del PIB español). Entre los seis países del mundo que dedican más recursos al desarrollo tecnológico están China (2), Japón (3), Corea (5) e India (6). Solamente Estados Unidos (1), y Alemania (4), son capaces de competir dentro del terreno tecnológico con los gigantes asiáticos. Corea del Sur tiene más investigadores por cada mil habitantes que Alemania y Estados Unidos, según el Banco Mundial. Japón cuenta con la segunda proporción más elevada de robots por cada diez mil trabajadores del mundo (315 / 10.000). Y el capítulo más destacado de las importaciones chinas sigue siendo la alta tecnología. Más que cualquier otra partida, incluidas las materias primas, lo cual tiene una doble lectura. Por un lado, los bajos costes laborales facilitan que muchas empresas tecnológicas decidan producir e importar sus componentes desde China. Pero, por otra parte, los chinos también han aprendido a fabricar sus propios productos gracias a esta transferencia constante de tecnología. Un sector paradigmático es el de los teléfonos móviles inteligentes también llamados smartphones. La taiwanesa Foxconn empezó a fabricarlos para Apple, en China, desde 2007. Cuando salió el primer i-Phone, ese mismo año, todavía no existían fabricantes chinos como Oppo o Vivo. Apple y Samsung se repartían entonces toda la cuota del mercado chino, hecho que ha cambiado radicalmente tan sólo diez años después. Algunas marcas chinas como Oppo, Vivo o Huawei controlan ahora el 50% del mercado total en China. Las dos primeras, además, han duplicado sus ventas desplazando a la estadounidense Apple, que vendió un 23% menos en China durante 2016. Lea aquí el artículo completo, publicado en la revista DIRIGENTES del mes de marzo