José Manuel Soria es de verbo fácil y cada vez que tiene ocasión lo demuestra. Con la polémica generada después que el Consejo de Seguridad Nuclear diera luz verde a la construcción del cementerio nuclear en Villar de Cañas para almacenar residuos, el ministro ha querido zanjar la oposición del nuevo Gobierno de Castilla La […]
Dirigentes Digital
| 30 jul 2015
José Manuel Soria es de verbo fácil y cada vez que tiene ocasión lo demuestra. Con la polémica generada después que el Consejo de Seguridad Nuclear diera luz verde a la construcción del cementerio nuclear en Villar de Cañas para almacenar residuos, el ministro ha querido zanjar la oposición del nuevo Gobierno de Castilla La Mancha y ciertos sectores ecologista con la amenaza de si no se realiza se producirá un apagón en la producción eléctrica nuclear.
Soria quiere ganarse a la opinión pública con el argumento de que repercutirá en el bolsillo de todos al encarecerse el recibo un 30%. La producción nuclear es la segunda fuente generación del sistema con una cuota del 20%, solo por detrás de las renovables que alcanzó el 40%. Es una energía cara, pero la mayoría de la inversión se realiza al comienzo de la construcción de las centrales con lo que los principales costes ya están amortizados. Parece difícil que el sector renuncie a la producción nuclear por mucho que no se comience a construir el almacén de residuos nucleares y que el propio Gobierno asuma el enorme coste económico y social que supone.
Los plazos para la construcción del almacén están claros. Antes de 2018 tiene que estar listo para almacenar los residuos de la central de Vandellós, que hoy están en custodia por Francia de forma temporal. El ministro indicó que un retraso en la devolución supondrá un coste de 22 millones.
El Ejecutivo manchego de Page ha maniobrado para que la zona donde está prevista su ubicación se declare de interés medioambiental basándose en informes que cuestionan que la localización sea la mejor para un almacén, lo que haría que no se pudiera construir. El ministro de Justicia también ha intervenido en el cruce de declaraciones y ha advertido que el Gobierno puede declarar el proyecto de interés nacional impidiendo el bloqueo institucional al proyecto.
Por ahora se cuenta con el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear al emplazamiento en Villar de Cañas y falta la declaración de impacto medioambiental del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente para que comience su construcción.