Según ha explicado la directora de instituciones financieras de S&P, Elena Iparaguirre, durante la presentación de un informe sobre perspectivas para la banca española, la incertidumbre ha se ha hecho notar en los indicadores de confianza, que han bajado en enero con respecto a los máximos alcanzados en diciembre, aunque apunta a que el verdadero […]
Dirigentes Digital
| 09 feb 2016
Según ha explicado la directora de instituciones financieras de S&P, Elena Iparaguirre, durante la presentación de un informe sobre perspectivas para la banca española, la incertidumbre ha se ha hecho notar en los indicadores de confianza, que han bajado en enero con respecto a los máximos alcanzados en diciembre, aunque apunta a que el verdadero riesgo es que se alargue la incertidumbre más que el hecho de quién forme el Gobierno.
Y es que uno de los principales factores de riesgo para la economía española, según S&P, es la futura política fiscal, de la que poco se conoce teniendo en cuenta que aún no hay Gobierno. Según Jesús Martínez, director general de servicios financieros de S&P, al no contar aún con Gobierno "todo se ralentiza". Para S&P, los inversores no están preocupados en qué partidos finalmente formarán parte el Gobierno, pues consideran que lo que importa son las medidas adoptadas. Por ello, según Iparaguirre, los inversores no temen a un supuesto Gobierno que incluya a Podemos, un partido partidario de cambiar las reformas adoptadas hasta ahora, sino al desgobierno.
Fusiones en banca
S&P tampoco descarta que en este año se produzcan fusiones bancarias en España entre entidades de pequeño y mediano, ya que apuntan a que los problemas de la banca no provienen de la política, sino que es cuestión de una baja rentabilidad. Por ello, señalan que estas posibles fusiones irían enfocadas a aumentar rentabilidad y eficiencia.
La agencia de calificación cita como posibles entidades que podrían acogerse a estas fusiones a Unicaja Banco, Ibercaja, Abanca, Kutxabank, Bankinter, Liberbank y BMN. S&P deja fuera de estas posibles fusiones a los grandes bancos, pues considera que no tienen tanta necesidad de aumentar su rentabilidad. Por ello, al tratarse solo de fusiones de entidades de pequeño y mediano tamaño, no se alterará de forma decisiva el mapa bancario español.