El estudio, dado a conocer esta semana, también revela que el 57% de gestores centrados en compañías de mediana capitalización tampoco lograron igualar la rentabilidad de su índice de referencia. Y lo mismo ocurrió con el 72% de aquellos que centran sus estrategias en small caps. Nuevo punto para las estrategias indexadas, que siguen ‘comiendo […]
Dirigentes Digital
| 11 mar 2016
El estudio, dado a conocer esta semana, también revela que el 57% de gestores centrados en compañías de mediana capitalización tampoco lograron igualar la rentabilidad de su índice de referencia. Y lo mismo ocurrió con el 72% de aquellos que centran sus estrategias en small caps. Nuevo punto para las estrategias indexadas, que siguen ‘comiendo terreno’ a una industria que, según las voces más críticas, cobran comisiones demasiado elevadas en comparación con los retornos ofrecidos al cliente.
A más largo plazo, las cifras son elocuentes. En los últimos cinco años, el 84% de gestores centrados en blue chips Americanos se quedó por detrás del índice, Y a 10 años, el porcentaje asciende al 82%.
El estudio llega en un momento en el que los gestores activos intentan ganar la batalla emprendida por los productos de gestión pasiva, mucho más baratos y que en los últimos años están creciendo a un ritmo exponencial. También en lo que a suscripciones se refiere.
Según datos de Morningstar recogidos por Bloomberg, el pasado año, los fondos de renta variable gestionados de una forma activa sufrieron la salida de 174.000 millones de dólares. En el otro lado de la balanza se sitúan firmas como Vanguard, uno de los gigantes de la indexación ‘low cost’, que logró atraer 236.000 millones de dólares en sus productos.
El estudio de S&P Dow Jones, sin embargo, refleja una tendencia diferente en otros mercados internacionales. La mayoría de gestores de fondos activos que invierten en emergentes y otros desarrollados sí que lograron batir a sus índices de referencia.
Aún así, el pasado año, Morningstar ya elaboró un estudio en el que ponía en evidencia la contradicción que supone que la gestión activa, tradicionalmente más cara por unas comisiones más elevadas, ofrezca a los clientes menores rendimientos que la pasiva.
El informe ponía de manifiesto también que el peor comportamiento de los fondos de gestión pasiva tiende a estar correlacionado positivamente con el nivel de comisiones. "Es decir, los fondos más caros tienen más probabilidad de obtener peores resultados o de ser cerrados o fusionados en periodos largos de tiempo".