Los principales índices de los mercados de valores europeos cerraron ayer sin grandes variaciones, en una sesión que estuvo condicionada totalmente por la "crisis griega" y sus posibles derivadas. En este sentido, el nuevo fracaso de las negociaciones entre el Gobierno griego y sus socios y/o acreedores en el seno del Eurogrupo pesó en el […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Los principales índices de los mercados de valores europeos cerraron ayer sin grandes variaciones, en una sesión que estuvo condicionada totalmente por la "crisis griega" y sus posibles derivadas. En este sentido, el nuevo fracaso de las negociaciones entre el Gobierno griego y sus socios y/o acreedores en el seno del Eurogrupo pesó en el ánimo de los inversores, que se decantaron al comienzo de la jornada por deshacer posiciones. No obstante, los índices, incluidos los de los mercados periféricos, no cedieron lo que hubiera sido previsible, ya que los inversores siguen pensando que, al final, Grecia cederá y habrá acuerdo. Entendemos que este razonamiento es el más lógico, dada la situación de debilidad de Grecia, pero estando la política y la ideología de por medio, nunca se sabe cómo pueden acabar las cosas. Así, y tras un comienzo de sesión a la baja, las distintas declaraciones de los "protagonistas" de este "culebrón" fueron, poco a poco, tranquilizando los ánimos de unos inversores que ya comienzan a estar hastiados de la interminable "crisis griega". La apertura sin rumbo de Wall Street, cuyos índices iniciaron la semana con ligeros recortes tras haber marcado el pasado viernes máximos anuales y/o históricos ?el lunes este mercado había permanecido cerrado por festividad local; Día del Presidente-, tranquilizó aún más si cabe a los inversores en las bolsas europeas, que terminaron la jornada cerca de los niveles de cierre del día precedente.
Las bolsas estadounidenses, por su parte, fueron poco a poco girándose al alza, apoyadas en las noticias que llegaban desde Grecia, que apuntaban a que hoy el Gobierno de Tsipras iba a hacer una petición formal a sus socios y solicitar una prórroga de seis meses del actual programa de rescate con algunas condiciones. El Gobierno griego está intentando "vender" a sus votantes que esta petición no atañe al programa de rescate propiamente dicho sino a los créditos que van ligados al mismo. Entendemos, como ya dijimos ayer, que el nuevo Ejecutivo griego quiere buscar una fórmula, más semántica que de otro tipo, para poder "salvar" la cara ante sus electores y evitar ser acusado de no cumplir su programa, algo que el PASOK, el partido socialdemócrata griego, ya ha hecho. Independientemente de cómo se quiera llamar a lo solicitado, si finalmente Grecia pide una prórroga de su actual programa de rescate, entendemos que la concesión de la misma deberá ir supeditada a una serie de condiciones, condiciones muy similares a las actualmente vigentes, lo que limita la posibilidad de adoptar medidas de forma unilateral al Gobierno griego y, por tanto, el cumplir su programa electoral. No obstante, es posible que sus socios y acreedores transijan en lo concerniente al superávit primario que debe lograr Grecia, y rebajen éste a niveles más realistas, cercanos al 1,5% del PIB.
De confirmarse formalmente la mencionada petición de Grecia, los mercados la van a recibir con alivio, como ya hizo el euro ayer en la sesión de Wall Street, cuando recuperó todo lo cedido desde que se rompieron las negociaciones entre Grecia y sus socios el pasado lunes por la tarde. Ahora, lo siguiente es saber cuáles son las condiciones que imponen a Grecia y si este país las acepta. Entendemos que las negociaciones en este sentido se extenderán hasta el viernes y seguirán siendo complejas y duras.
Más a corto plazo, señalar que hoy le toca al BCE ser el protagonista de la "crisis griega". Así, hoy se reúne el Consejo de Gobierno de la entidad, en una reunión en la que no se hablará de política monetaria, pero en la que el BCE debe decidir si mantiene la asistencia de liquidez de emergencia (ELA) a los bancos griegos, algo fundamental para que este país pueda seguir en el euro. Lo normal, dada la situación por la que atraviesan estas entidades, es que incluso la aumenten ?actualmente es de 60.000 millones tras ser aumentada recientemente-, algo que sería bien acogido por los mercados financieros de la región, ya que supondría un respaldo del BCE a las negociaciones en curso.
Por lo demás, señalar que hoy en Europa continuará el reguero de compañías presentando resultados trimestrales, entre las que destacaríamos a la española Iberdrola, las francesas Peugeot, Lafarge y Credit Agricole, la petrolera italiana ENI, y la alemana Deutsche Boerse.
Por último, y en el ámbito macroeconómico, destacar que esta tarde en EEUU se conocerán las cifras de enero de viviendas iniciadas y de permisos de construcción, así como las de producción industrial. Además, y ya con las bolsas europeas cerradas, se publicarán las actas de la reunión de finales de enero del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), actas que deben servir para determinar cómo de predispuesto está el Comité a iniciar el proceso de subidas de tipos y cuándo podría hacerlo. Estas actas servirán como un anticipo de lo que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, diga la semana que viene en su intervención ante los comités financieros y bancarios de ambas cámaras del Congreso estadounidenses. De momento, los bonos estadounidenses cedieron ayer posiciones por el temor a que en esta ocasión la Fed se muestre más predispuesta a iniciar el mencionado proceso de subidas de tipos, sobre todo tras los muy positivos datos sobre el comportamiento del mercado de trabajo de EEUU, que se han ido conociendo en los últimos meses.
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