Tailandia ha votado a favor de ceder el mando a la junta militar con un 80% del voto escrutado del referéndum. El 62% según informa Reuters habría votado a favor de la nueva Carta Magna frente a un rechazo del 37,9%. El resultado abre el camino para nuevas elecciones en 2017, pero el Gobierno resultante […]
Dirigentes Digital
| 07 ago 2016
Tailandia ha votado a favor de ceder el mando a la junta militar con un 80% del voto escrutado del referéndum. El 62% según informa Reuters habría votado a favor de la nueva Carta Magna frente a un rechazo del 37,9%. El resultado abre el camino para nuevas elecciones en 2017, pero el Gobierno resultante tendrá que gobernar bajo reglas militares.
Antes del referéndum, las encuestas sugerían una ligera ventaja a favor del "sí" a la nueva constitución, aunque la mayoría de los votantes se mostraban indecisos.
La votación es el primer test de popularidad para la junta militar encabezada por el primer ministro Prayuth Chan-ocha, que ha suspendido la actividad política durante dos años desde que tomase el poder en un golpe de estado en el año 2014.
Según la nueva constitución, que sería la vigésima en el país desde que los militares aboliesen la monarquía totalitaria en 1932, un Senado designado por la junta con asientos reservados para los mandos militares sería el que revisaría el poder y las facultades de los legisladores electos.
La junta ha dicho que el texto constitucional está diseñado para poner fin a más de una década de divisiones políticas en Tailandia que han frenado el crecimiento y dejado muertos en disturbios civiles. Los críticos, entre ellos los principales partidos políticos, dicen que el objetivo de la reforma es consagrar el poder político de los militares durante los próximos años.
Prayuth ya ha dicho que no renunciará si Tailandia rechaza la constitución y que el próximo año habrá elecciones independientemente del resultado del referéndum.
La junta militar, formalmente conocida como el Consejo Nacional para la Paz y el Orden, no permite el debate sobre la Constitución y ha prohibido campañas electorales para el referéndum. Las autoridades han detenido y acusado a docenas de personas que se han manifestado en contra del texto, entre ellas, políticos y estudiantes activistas.
Amnistía Internacional afirmó antes de la votación que la junta ha creado un clima aterrador de cara a la votación, con violaciones de derechos humanos generalizadas.
La votación se produce bajo el telón de fondo de la preocupación por la salud del rey Bhumibol Adulyadej, de 88 años. Los militares han invocado durante décadas su deber como defensores de la monarquía para justificar sus intervenciones en la política.