Álvarez-Pallete se ha estrenado en la primera Junta de Accionistas de Telefónica como máximo dirigente de la compañía con la difícil papeleta de defender el compromiso con el dividendo y la sostenibilidad financiera de la empresa, ante el veto de la Comisión Europea para vender su filial británica O2 a Hutchison Whampoa. La teleco buscaba […]
Dirigentes Digital
| 12 may 2016
Álvarez-Pallete se ha estrenado en la primera Junta de Accionistas de Telefónica como máximo dirigente de la compañía con la difícil papeleta de defender el compromiso con el dividendo y la sostenibilidad financiera de la empresa, ante el veto de la Comisión Europea para vender su filial británica O2 a Hutchison Whampoa. La teleco buscaba reducir su abultada deuda de 50.000 millones con la operación al recibir 13.000 millones de euros.
El dirigente ha defendido que el grupo tiene una "clara orientación al accionista" y un "firme compromiso" para ofrecerles una "atractiva remuneración", además, de tranquilizar a los inversores apuntando que Telefónica cuenta con alternativas para reducir deuda.
Álvarez-Pallete ha deslizado la intención de sacar a Bolsa su filial de infraestructuras Telxius. La compañía permitiría "liberar recursos para reforzar el balance y financiar inversiones de crecimiento".
Lo que está claro que la operación debería llevar otras paralelas para acercarse a los números de la venta de O2. Casualmente hoy se ha publicado el interés de Apax Partners, CVC y KKR, tres de las mayores firmas de capital riesgo del mundo, en la filial británica, aunque la oferta no se acercará los 13.000 millones que ofrecía Hutchison.
Álvarez-Pallete ha señalado que la compañía va a abrir "un periodo de reflexión" para decidir el futuro estratégico de O2. Se abre la posibilidad de que Telefónica estudie mantener el negocio en Reino Unido, según las palabras del dirigente, "O2 garantiza la cobertura de dividendo por el flujo de caja que genera". También existe la posibilidad de sacar una parte a bolsa.