En 1924 nació Telefónica Nacional de España. 90 años después, la operadora española comienza a apagar su red de líneas de cobre, instaladas por todo el país. La fibra óptica es el futuro de las telecomunicaciones y como tal, Telefónica se ha propuesto el objetivo a medio plazo de sustituir la red de cobre por […]
Dirigentes Digital
| 26 oct 2014
En 1924 nació Telefónica Nacional de España. 90 años después, la operadora española comienza a apagar su red de líneas de cobre, instaladas por todo el país. La fibra óptica es el futuro de las telecomunicaciones y como tal, Telefónica se ha propuesto el objetivo a medio plazo de sustituir la red de cobre por la red de fibra. Los planes de la operadora es que esta nueva red alcance los 20 millones de inmuebles en 2017, lo que supondría más del 80% de las que existen en España.
En cuanto a las ventajas que tienen las redes de fibra óptica destaca sobre todo la velocidad. Estas pueden aumentar la velocidad de enviar y recibir datos en Internet, prácticamente sin límites. Además, el uso de una red de fibra óptica más moderna, reduce los costes de operación y mantenimiento de la red respecto a la red convencional a menos de la mitad.
El problema por apagar las centrales de cobre es que los principales rivales de Telefónica, Orange, Jazztel o Vodafone, usan esas centrales para acceder a las líneas de teléfono que usan para ofrecer sus servicios de ADSL.
En 2009, la antigua Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones dio la autorización a Telefónica para cerrar estas centrales. Estos requisitos garantizan un equilibrio entre la renovación tecnológica de la red y la protección de las inversiones de los operadores realizadas bajo un cierto entorno regulatorio. Bajo estas condiciones, Telefónica únicamente puede proceder a cerrar una central cuando más del 25% de los clientes cubiertos por esa central se conecten por medios alternativos a la red de cobre (como el FTTH).
Esto supone que la compañía deberá seguir prestando servicios de acceso mayorista en la central durante cinco años si hay operadores coubicados. Si no los hay, este periodo se reduce a un año.
En el caso de las dos centrales de Sant Cugat y Torrelodones, según la CNMC, se trata de centrales pequeñas y sin operadores coubicados. Por lo tanto, Telefónica únicamente deberá seguir prestando servicios de acceso durante el periodo de un año, hasta mayo de 2015.
Por este motivo, el plan que ha diseñado Telefónica para basar casi la totalidad de su negocio en fibra óptica comienza por el apagado de las centrales que no dan servicio a otras operadoras, para extenderse a las centrales que sí ofrecen este servicio.