La reforma laboral que tiene previsto aprobar el nuevo Ejecutivo de Michel Temer ha desatado una fuerte polémica y ha puesto de uñas a los sindicatos. Las protestas se centran en el objetivo de ampliar la jornada laboral hasta un máximo de 12 horas, a petición de la patronal. Pero la principal base del nuevo […]
Dirigentes Digital
| 12 sep 2016
La reforma laboral que tiene previsto aprobar el nuevo Ejecutivo de Michel Temer ha desatado una fuerte polémica y ha puesto de uñas a los sindicatos. Las protestas se centran en el objetivo de ampliar la jornada laboral hasta un máximo de 12 horas, a petición de la patronal. Pero la principal base del nuevo marco regulatorio descansa en la introducción de contratos temporales, para permitir a las empresas brasileñas la contratación por horas.
El nuevo Gobierno brasileño se está empleando a fondo en explicar las nuevas medidas y las ventajas que ofrece. El ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira, ha subrayado públicamente que el objetivo es flexibilizar el mercado. La medida más polémica es que la empresa podrá obligar al trabajador tener un horario de 12 horas máximo según las necesidades, pero se mantendrán la jornada promedio en un límite de 44 horas semanales.
"Hay trabajadores que prefieren trabajar más en la semana para no tener que trabajar el sábado. Buscamos reglamentar profesiones que prefieren la jornada de 12 por 36. El tope será de 12 horas por día, incluyendo horas extras. La nueva convención colectiva tratará la forma en la cual las 44 horas serán distribuidas", explicó el ministro los representantes sindicales la propuesta.
Además les expuso la introducción de contratos temporales siguiendo el modelo de España, para poder contratar y despedir dentro de la ley y con cargas sociales para terminar las disputas legales en los despidos, como ocurre hasta ahora.
Las explicaciones del ministro de Trabajo han encendido a la oposición y a parte de población que apoya a la depuesta Rousseff. La agenda reformista de Temer también incluye renovar el sistema de pensiones con un retraso en la edad de jubilación.