La cumbre de los 20 países más industrializados del mundo, G-20, que se ha celebrado el pasado fin de semana en Brisbane (Australia) ha estado marcada por los reproches de varios países a Rusia por su actuación en la crisis de Ucrania. Esto ha llevado a que el presidente del país, Vladimir Putin, haya abandonado […]
Dirigentes Digital
| 16 nov 2014
La cumbre de los 20 países más industrializados del mundo, G-20, que se ha celebrado el pasado fin de semana en Brisbane (Australia) ha estado marcada por los reproches de varios países a Rusia por su actuación en la crisis de Ucrania. Esto ha llevado a que el presidente del país, Vladimir Putin, haya abandonado el encuentro antes de su clausura.
Varios líderes internacionales, incluido el presidente estadounidense, Barack Obama, han hablado con Putin en la cumbre del G-20 para reprocharle la actitud que está teniendo Rusia en la crisis en Ucrania entre los separatistas prorrusos y las autoridades Kiev.
Los líderes occidentales han amenazado a Putin con adoptar más sanciones internacionales si no retira las fuerzas militares y el armamento que mantiene en Ucrania. El Kremlin sostiene que no tiene militares ni armas desplegadas en el país vecino.
Mejores previsiones
El G20 aspira a crecer por encima de las previsiones con una estimación del 2,1% hasta 2018, según el borrador de la declaración final de la cumbre del G20. Este dato había sido rebajado en la reunión de septiembre debido a la debilidad de crecimiento económico.
En el comunicado, apuntan que se han elaborado "estrategias para un amplio crecimiento" para restablecer la demanda a corto plazo, eliminar obstáculos de la oferta a medio plazo, y mejorar la confianza de los consumidores y los negocios. "El análisis del FMI y de la OCDE indica que la plena implementación de estas estrategias elevará el PIB colectivo en un 2,1% hasta 2018 por encima de la trayectoria implícita en las políticas acordadas en San Petersburgo (2013)", dice el texto.
Los líderes atribuyen una cuarta parte de este aumento a efectos colaterales positivos resultado de la implementación simultánea de estas políticas que, además, impulsaría en un 0,5% el PIB de los países de fuera del G20 en los próximos 5 años.