El crecimiento de la firma ha sido imparable. Fundada en 2008, Betterment cumplía un hito el pasado verano de 2016 al superar la barrera de los 5.000 millones de dólares bajo gestión. Y desde julio hasta cierre de año, esa cifra se ha disparado hasta sobrepasar los 7.000 millones, según datos de la compañía, líder […]
Dirigentes Digital
| 01 feb 2017
El crecimiento de la firma ha sido imparable. Fundada en 2008, Betterment cumplía un hito el pasado verano de 2016 al superar la barrera de los 5.000 millones de dólares bajo gestión. Y desde julio hasta cierre de año, esa cifra se ha disparado hasta sobrepasar los 7.000 millones, según datos de la compañía, líder en el segmento de los robo-advisors en EEUU. Su éxito es evidente en la primera potencia mundial, donde la cultura de los asesores automatizados está mucho más desarrollada que en mercados como el español. Y ahora, tras ocho años defendienedo a ultranza los algoritmos como método de asesoramiento y gestión patrimonial por encima del factor humano, la firma decide lanzar un servicio en el que personas de carne y hueso se encargarán de asesorar a sus clientes. Por un lado, la empresa neoyorquina lanza el plan Betterment Plus, con el que sus clientes podrán mantener una conversación anual sobre sus planes financieros con un nuevo equipo de asesores. Por otro, los clientes de la nueva cuenta Premium tendrán acceso ilimitado a un servicio de ‘asesoramiento humano’. El movimiento supone un importante cambio de estrategia en un sector que ha apostado siempre siempre por la capacidad robótica para llevar a cabo estos servicios, capturando clientes que no resultaban rentables a las entidades tradicionales. En su nueva estrategia, Betterment cobrará una comisión del 0,25% sobre los activos bajo gestión para su plan de asesoramiento completamente digital, un 0,40% para la oferta Plus y un 0,50% para la oferta Premium. Mientras que en el plan digital no hace falta una inversión mínima, las nuevas cuentas requieren un mínimo de inversión de 100.000 dólares y 250.000 dólares respectivamente. Este movimiento presupone que otras firmas del sector seguirán el camino hacia una oferta mixta, en un entorno en el que los robo advisors luchan con un entorno cada vez más competitivo con nuevos jugadores que plantea dudas sobre si serán capaces de crecer a una escala suficiente como para ser rentables. En un reciente informe sobre el sector Fintech, titulado Digital Disruption, los analistas de Citigroup explican que observan el boom de los robo-advisors como una contribución de la automatización a la mejora de la productividad de los asesores tradicionales, “y no como una situación en la que exista un riesgo real de sustitución de empleo”, aseguran. Algo que desde el sector también tienen bastante claro. Es decir: el fenómeno del asesoramiento automatizado ha llegado para abrir nuevas oportunidades, en su mayoría más baratas, a los inversores. No para sustituir a las entidades tradicionales. Aunque eso no signifique que no puedan ‘robarles’ clientes potenciales.