La hora de los pactos ha llegado. Los resultados electorales dejan un Congreso fragmentado con cuatro fuerzas políticas con peso suficiente para determinar la formación de Gobierno. El PP ha sacado 122 escaños, seguido de PSOE con 91 escaños. Podemos logra 69 escaños y Ciudadanos, 40 diputados. Tal como pronosticaban las encuestas los Populares han […]
Dirigentes Digital
| 20 dic 2015
La hora de los pactos ha llegado. Los resultados electorales dejan un Congreso fragmentado con cuatro fuerzas políticas con peso suficiente para determinar la formación de Gobierno. El PP ha sacado 122 escaños, seguido de PSOE con 91 escaños. Podemos logra 69 escaños y Ciudadanos, 40 diputados.
Tal como pronosticaban las encuestas los Populares han quedado primeros, pero lejos de la mayoría absoluta. Necesitará el apoyo de otros partidos para que Mariano Rajoy sea investido como presidente. Por números puede hacerlo solo con PSOE y Podemos. Ciudadanos no ha cumplido con las expectativas para ser indispensable para los populares.
El dirigente popular ya ha dejado claro que por su cabeza no pasa la posibilidad de una gran coalición con los socialistas. Y cuando saltó a la prensa el posible pacto, Pedro Sánchez fue contundente al rechazarlo. Solo Ciudadanos ha dejado claro que no apoyará a listas que no sean las más votadas y apuntó que es favorable a que lo haga la más votada. Rivera hasta ese día aseguraba que no apoyaría ni a PP ni PSOE, pero abrió la puerta a abstenerse para facilitar la formación de Gobierno del partido más votado, es decir, el PP.
El Partido Popular gana las elecciones pero no está claro que pueda recabar los suficientes apoyos parlamentarios para gobernar. El PSOE resiste con un resultado que le ofrece posibilidades de Gobierno con el posible respaldo de Podemos y otras fuerzas de izquierda.
Lo que parece claro es que será difícil que ni Rajoy ni Sánchez logren apoyos suficientes para respaldo de mayoría absoluta. El candidato popular ha dicho que prefiere acuerdo de Gobierno a pactos puntuales, pero las puertas para pactos de investidura las tienen cerrada por los enfrentamientos territoriales. Antiguos apoyos populares sin mayoría absoluta como PNV o Democracia i Libertat, el partido de Artur Mas, no perece que les facilite Gobierno. Un bloque de Podemos y PSOE votando no a la investidura en segunda votación tumbaría cualquier intento de Rajoy de ser presidente
En cambio para Sánchez, en segundas votaciones para investidura, donde solo se requiere una mayoría simple, se le abre la vía portuguesa. Quedando segundo podría recolectar suficientes votos para un Gobierno sin mayoría, siempre que obtenga el apoyo de Podemos, Unión Popular o incluso ERC. En este escenario, las abstenciones serían clave para que PSOE junto a Podemos con un voto positivo consiga la presidencia para Pedro Sánchez.
Con los resultados de las elecciones, se abren escenarios poco deseables. Coaliciones con fuertes choques ideológicos como PSOE y Podemos o PP y Ciudadanos o Gobiernos muy débiles que auguran una corta legislatura. Por primera vez, el Congreso estaría en disposición de sacar adelante una moción de censura que tumbe a cualquier Gobierno. La última opción si no hay acuerdo a varias bandas, sería la convocatoria de unas nuevas elecciones.