Al filo del nivel clave de los 1.200 dólares la onza, el oro cierra este enero su mejor mes desde junio, cuando Reino Unido decidía salir de la Unión Europea (UE). El Brexit, de momento, no ha traído consigo las peores consecuencias (recesión, crisis financiera…), y, de hecho, desde la mediados de 2016 las expectativas de crecimiento […]
Dirigentes Digital
| 31 ene 2017
Al filo del nivel clave de los 1.200 dólares la onza, el oro cierra este enero su mejor mes desde junio, cuando Reino Unido decidía salir de la Unión Europea (UE). El Brexit, de momento, no ha traído consigo las peores consecuencias (recesión, crisis financiera…), y, de hecho, desde la mediados de 2016 las expectativas de crecimiento e inflación globales han ido repuntando, espoleadas sobre todo a partir de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, ante sus políticas fiscales y de inversión…
Subida de los precios, mejora del ciclo, mayores tipos de interés, escalada del dólar… no han sido buenas noticias para el ‘metal precioso’, pero lo cierto es que, más allá de todas estas grandes expectativas, gestores y expertos reconocen que no saben exactamente que va a hacer el republicano. Al mismo tiempo, recuerdan que el proteccionismo y la ‘guerra comercial’ que podía desatarse con sus medidas no es bueno para la economía. Y alertan sobre el elevado riesgo político de Europa, con elecciones en Francia, Alemania y tal vez Italia.
“Trump sigue siendo el principal catalizador para el oro”, apunta Ole Hansen, estratega jefe de materias primas de Saxo Bank. “Ahora, ha pasado de ser su mayor enemigo a su mejor amigo con al incertidumbre de sus políticas. No tenemos noticias de gasto fiscal o recortes de impuestos, solo oímos acerca de proteccionismo e inmigración. Eso está desconcertando al mercado”, afirma.
La entidad cree que el metal precioso “cotizará en rango de rebote en el primer trimestre entre niveles de 1.100 y 1.200 dólares por onza, con una previsión para final de año de 1.325 dólares”.
Menos optimista se muestra Simona Gamarini, de Capital Economics, y apunta a una valoración a cierre de 2016 de 1.050 dólares por onza. Esta experta considera que la recuperación experimentada por el oro en el arranque del ejercicio “no se mantendrá” por tres razones: la Reserva Federal (Fed) subirá los tipos más de lo que espera el mercado, el dólar continuará fortaleciéndose y la demanda física por parte de emergentes y bancos centrales se mantendrá moderada.
Por su parte, Nitesh Shah, analista de ETF Securities, cree que, aunque la autoridad monetaria estadounidense incrementará el precio del dinero, “la inflación se mantendrá obstinadamente alta, manteniendo un entorno de tipos reales bajo”. Así, apunta a que el precio del metal precioso podría subir hasta un 8% en la primera mitad del año y ‘visitar’ los 1.300 dólares por onza, “con la ayuda de un ‘billete verde’ más débil”.
Sin embargo, matizan, la escalada de la divisa norteamericana en el segundo semestre y la moderación del entusiasmo por el oro lo llevarían a cerrar 2017 apenas un 2,5% por encima de los niveles actuales: 1.230 dólares la onza.