Por segunda vez en esta semana, el mercado de Shanghái suspendía las cotizaciones el jueves, después de que el índice haya caído hasta el límite máximo del 7%. La introducción de esta nueva medida corta fuego el pasado lunes explica en cierta medida la confusión y la fuerte caída en el mercado chino desde comienzo […]
Dirigentes Digital
| 08 ene 2016
Por segunda vez en esta semana, el mercado de Shanghái suspendía las cotizaciones el jueves, después de que el índice haya caído hasta el límite máximo del 7%. La introducción de esta nueva medida corta fuego el pasado lunes explica en cierta medida la confusión y la fuerte caída en el mercado chino desde comienzo de año, pero no es el único factor que interviene:
1) Una medida cortafuego fue implementada el lunes para detener las cotizaciones en un entorno de mercado excesivamente volátil. Supuso una conmoción para el comportamiento de los inversores chinos tradicionales. Una caída del 10% en un día hacía imposible vender después de este nivel, pero no se suspendía la cotización, pues los inversores podían hacer frente a este nivel. A partir de ahora, las cotizaciones se suspenderán durante 15 minutos si el mercado cae un 5%, pero no se permiten las operaciones hasta que la cotización se reanude. Si el índice cae un 7%, el mercado cierra durante todo el día. Cuando se suspende el mercado después de una caída del 5%, el riesgo podría continuar, y una caída del 7% lleva a los inversores nerviosos a intensificar las ventas para deshacer posiciones a cualquier precio antes de llegar a este nivel. Esto crea un efecto de bola de nievo. Antes, las instrucciones de venta se ponían en práctica a lo largo de la sesión, pero ahora muchos inversores eligen órdenes "en mercado" para poder deshacer posiciones lo más rápido posible.
2) Para empeorar las cosas, los inversores no tienen visibilidad sobre el mercado durante la interrupción de 15 minutos después de una caída del 5%. Todas las órdenes se retiran de las pantallas de modo que no hay indicaciones de precios y volúmenes o instrucciones de cambio. Esta niebla total agrava las preocupaciones, provocando que los inversores aumenten el tamaño de sus órdenes de venta y den más instrucciones de forma indiscriminada. Los cortafuegos existen en otros mercados asiáticos y rara vez se activan. En China, la mayoría de los inversores domésticos tienen menos experiencia en los mercados y ven esta herramienta como una restricción severa de la liquidez. Llevará tiempo adaptarse. El cortafuego es parte del movimiento de China para adaptarse a los estándares de cotización de los mercados internacionales. Es una buena idea a medio y largo plazo, pero crea turbulencias en los mercados a corto plazo. Hay que tener en cuenta que a pesar de que se produjeron eventos similares a mediados de 2015, Shanghái fue uno de los mercados de renta variable que más rentabilidad registró en 2015.
3) El ambiente de confusión de hoy se debe también a diversos organismos reguladores comunican de manera torpe, descoordinada y pobre. Ya que el final de la prohibición de seis meses para que los grandes accionistas con más de un 5% de una compañía puedan vender sus acciones se acercan, las preocupaciones acerca de que se produzcan fuertes ventas eran inminentes Los pequeños inversores chinos sobre-reaccionaron. De hecho, no ha habido mucha venta de estos grandes accionistas. Sin embargo, la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) dio marcha atrás de nuevo al prohibirles vender más de 1% en 3 meses, una medida que sólo acentúa la confusión y ha fracasado hasta ahora para tranquilizar a los inversores. La CSRC acaba de anunciar la suspensión del cortafuego. Sin embargo, este despliegue torpe de medidas concretas ha eclipsado el hecho de que China está adoptando los estándares internacionales. Pekín está educando a sus grandes inversores locales para que tengan una mirada nueva en los mercados en un intento por apuntalar la apertura de sus mercados al resto del mundo.