Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado Natixis Global AM tras realizar un sondeo entre 7.000 inversores. En concreto, su vicepresidente senior y estratega jefe de mercados, David Lafferty, habla de "tres mitos" que tienen que ver con el riesgo, la transparencia y las oportunidades. Según su estudio, el 60% de […]
Dirigentes Digital
| 21 jun 2016
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado Natixis Global AM tras realizar un sondeo entre 7.000 inversores. En concreto, su vicepresidente senior y estratega jefe de mercados, David Lafferty, habla de "tres mitos" que tienen que ver con el riesgo, la transparencia y las oportunidades.
Según su estudio, el 60% de los encuestados cree que los fondos indexados son "menos arriesgados" (y con esto hacen referencia a las pérdidas). La misma proporción considera que las estrategias pasivas "ayudan a minimizarlas". Pero, para este experto ninguno de estos dos puntos de vista cuentan con el apoyo de la teoría o la evidencia.
Estos vehículos de inversión, explica, están diseñados para seguir al mercado en el que invierten y replicar totalmente su perfil de rentabilidad, es decir, que si el primer sufre, por ejemplo, una liquidación violenta, se reflejará en el mismo sentido en el segundo.
"Por el contrario, los fondos de gestión activa cuentan con un par de ventajas estructurales para mitigar las pérdidas. Pues los gestores tienen la capacidad de posicionar las carteras de forma defensiva en mercados bajistas (…) además, tienden a mantener dinero en efectivo y otros activos para cumplir con los reembolsos y obligaciones (entre un 3% y un 5% normalmente)", detalla Lafferty.
Por otra parte, el sondeo realizado por la firma muestra que un 61% de los inversores piensa que los fondos indexados ofrecen "mejores opciones de diversificación". La clave aquí, señala este experto, es la definición de diversificación: "Como la mayoría de los índices comprenden muchos valores es cierto que pueden ayudar a reducir el riesgo asociado a una única posición. Esto es lo que se conoce como ‘riesgo idiosincrásico’. Por ejemplo como el S&P 500 cuenta con 500 valores es probable que ninguno de estos acabe con su portfolio por si solo.
Sin embargo, esta ventaja puede ser de escasa importancia ya que se puede adaptar fácilmente (o mejorar) con otras estrategias", como estableciendo una cartera con entre 20 y 30 títulos diferentes (estándar de la mayor parte de carteras gestionadas de forma activa).
Finalmente, el 55% de los encuestados afirma que los fondos indexados les dan "acceso a las mejores oportunidades". Una declaración que es "particularmente curiosa" para Lafferty, dada la forma en la que se crean estos vehículos.
"Para mantener su liquidez, invierten en los valores más comunes y fácilmente negociables del mercado (…) y las oportunidades difícilmente se encuentran en este espacio tan explotado", apunta. Asimismo, la mayor parte de los índices se ponderan por capitalización, sesgando su exposición a las acciones que ya han tenido éxito. Ahora bien, en la gestión activa se cuenta con "la flexibilidad para mirar debajo de las ‘piedras’ a la caza de valores menos líquidos, comprendidos e investigados", destaca.
Con todo, reconoce que los fondos indexados y los ETFs ofrecen beneficios tangibles (costes y fiscalidad principalmente), pero es importante entender las limitaciones de la gestión pasiva. "Los inversores que busquen evitar pérdidas, aumentar sus oportunidades o diversificar probablemente encuentren ayuda en ellos, pero teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de ambas estrategias, una cartera verdaderamente duradera y diversificada aprovechará las ventajas de los dos estilos", concluye.