La posibilidad de un Brexit duro (‘Hard Brexit’) puso nervioso al mercado a principios de año, más allá del optimismo desatado por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en noviembre y que tantas alegrías ha dado a los activos de riesgo… Las ‘aguas’ se han ido calmando, pero James Butterfill, director […]
Dirigentes Digital
| 07 feb 2017
La posibilidad de un Brexit duro (‘Hard Brexit’) puso nervioso al mercado a principios de año, más allá del optimismo desatado por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en noviembre y que tantas alegrías ha dado a los activos de riesgo… Las ‘aguas’ se han ido calmando, pero James Butterfill, director de análisis y estrategia de inversión de ETF Securities, ya alerta que los plazos marcados (salida de la Unión Europea en 2025) “no son realistas”. Especialmente a partir de 2019, pues en marzo de ese año cumple el deadline para las negociaciones en torno al Artículo 50 y éste sólo se ampliará si están de acuerdo los 27 países, algo muy complicado. Al mismo tiempo, Butterfill apunta que el denominado ‘Hard Brexit’ sería “muy dañino para la economía británica”: salarios inferiores, cancelación o retraso de inversiones corporativas, desequilibrio presupuestario hasta 2020-2021… Mientras tanto, este año el 70% de Europa celebra elecciones, en un contexto de ciudadanía descontenta ante la desigualdad creada por la globalización, especialmente sangrante en las clases medias. Especialmente importante es el riesgo del Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, pero tampoco se ‘libran’ del ascenso del ‘populismo’ en Holanda, Alemania o República Checa. Al mismo tiempo, no podemos olvidar la nueva escalada de las tensiones entre Grecia y sus acreedores. Por otra parte, en Estados Unidos, este experto cree que la probabilidad de que Trump sea capaz de llevar a cabo los recortes de impuestos prometidos es baja, también la de alcanzar la cifra de inversiones anunciada en campaña. De hecho, apunta, renegociar el techo de gasto a mediados/finales de marzo “será su verdadero primer examen”. Considera que la ‘luna de miel’ del presidente norteamericano y el mercado se acabará más pronto que tarde, pues su impacto positivo en la economía será inferior al descontado, de hecho, más bien negativo en el largo plazo. Más positivo se muestra respecto al mercado emergente, cuyos fundamentales están mejorando, sin olvidar que actualmente son una importante fuente de crecimiento global. Tanto la renta variable como la renta fija de estos países son atractivos, aunque la Bolsa está barata respecto a la deuda. A vueltas con el ‘fin’ del mercado alcista en la deuda Para ETF Securities el dólar ha ido “demasiado rápido, demasiado lejos” a su nivel más alto desde 2002 y, advierte: “El elevado posicionamiento largo en el ‘billete verde’ puede girarse rápidamente si la Reserva Federal (Fed) no cumple las expectativas”. El banco central estadounidense, por su parte, está llevando a cabo una política nada ortodoxa: con pequeños incrementos de tipos, muy espaciados en el tiempo, debe ser cuidadosa, pero vigilar al mismo tiempo la inflación, que está sesgada claramente al alza. Sobre todo en Estados Unidos ante la competencia salarial, el impacto de los precios energéticos. En este sentido, hay “riesgo” porque el mercado no descuenta este incremento acusado. En este contexto, una y otra vez analistas e inversores se preguntan por el fin del mercado alcista de los bonos. Butterfill señala que “casi se produce con el taper tantrum” y detalla que si el diez años norteamericano se mantiene durante tres meses sobre el 3%, algo que probablemente suceda este 2017 a medida que la Fed suba tipos, el momento habrá llegado. Oportunidades de crecimiento Con estas cinco cuestiones en mente, Butterfill llama la atención sobre tres oportunidades de crecimiento principales para 2017: los metales industriales, el oro y el petróleo. En lo que respecta al primer activo destaca su atractiva valoración frente a unos bonos caros y una renta variable, especialmente en Estados Unidos, sobrevalorada. Reconoce que hay posibilidades de una corrección en el corto plazo tras el reciente rally, pero cree que el gasto en infraestructuras al alza apoyará el crecimiento a medio plazo, mientras que el déficit de oferta permanecerá al menos un par de años más. El oro, destaca, cuenta ahora con coste de carry frente a la deuda soberana atractiva, mientras que el sentimiento en torno al metal precioso se ha girado y los inversores en ETPs no están cortos en el mismo. Finalmente, el crudo ha visto importantes recortes en la producción, principalmente desde fuera de la OPEP, que sigue embarcada en maximizarla donde puede. Sin embargo, pronto habrá déficit en el mercado, mientras, para cubrir la demanda prevista a futuro hacen falta precios más altos, pues con las perforaciones actuales ‘sólo’ se cubren 80 de los 98 millones de barriles estimados.