El "refrán" de Wall Street que dice in may and go , es decir, "vender en mayo y salir del mercado", se asienta sobre uno de los patrones más notorios mostrados por la renta variable neoyorquina: desde 1950, los índices estadounidenses han subido de media un 0,3% entre junio y noviembre; mientras que entre enero […]
Dirigentes Digital
| 11 may 2015
El "refrán" de Wall Street que dice in may and go , es decir, "vender en mayo y salir del mercado", se asienta sobre uno de los patrones más notorios mostrados por la renta variable neoyorquina: desde 1950, los índices estadounidenses han subido de media un 0,3% entre junio y noviembre; mientras que entre enero y mayo se han anotado ganancias del 7,5%.
"Si bien respetamos los patrones históricos con largas trayectorias y explicaciones plausibles, como es este caso, no recomendamos vender este año", afirman tajantes desde la firma británica. Reconoce los 70 años de datos que apoyan la idea de deshacer posiciones con la llegada del verano, además de demostraciones creíbles que incluyen la estacionalidad de la economía, la temporada de presentación de resultados y las tendencias de los flujos de fondos.
Pero, esta vez, llegados al actual mayo de 2015, hay tres motivos que no apoyan la venta de Bolsa. En primer lugar, explican estos expertos, debemos ser conscientes de que aunque los retornos son inferiores entre este mes y septiembre, siguen siendo positivos. De hecho, destacan, "desde 1947, el 65% de los periodos de verano han arrojado ganancias, frente al 68% del invierno. Nuestro análisis sugiere que los inversores están mejor ‘pegados’ al mercado".
Por otra parte, "la estacionalidad negativa del verano es menos evidente cuando los retornos son positivos en invierno", como es el caso de este año. Desde 1947, explican, la rentabilidad media de los periodos de diciembre a abril con mayores ganancias es del 10% y trae consigo unos ascensos para mayo-septiembre del 4%. Porcentajes que contrastan con el 3% y el 5%, respectivamente, de las etapas "normales".
Finalmente, en el pasado, los veranos de "prolongada debilidad han coincidido con un fuerte deterioro de los datos económicos a partir de mayo", algo que estos analistas no esperan que suceda este ejercicio, pues los indicadores "ya se han .
Desde 2009, recuerdan, "cada una de las tres correcciones superiores al 10% se ha producido entre mayo y octubre. Todas ellas coincidieron con importantes desaceleraciones de la actividad económica". El índice ISM de nuevos pedidos desestacionalizado cayó en mayo de 2010, 2011 y 2012; ahora bien, este año ya lo ha hecho y, "en nuestra opinión, es probable que los datos económicos reboten. Lo que nos deja menos preocupados por la estacionalidad de mayo".