"Creemos que la caída de las acciones no es más que un colapso de una burbuja, más que un reflejo del deterioro de las perspectivas de la economía. También esperamos que el estallido de la misma tenga un impacto en la actividad general limitado", afirman estos expertos. Y es que, los inversores chinos son relativamente […]
Dirigentes Digital
| 13 ago 2015
"Creemos que la caída de las acciones no es más que un colapso de una burbuja, más que un reflejo del deterioro de las perspectivas de la economía. También esperamos que el estallido de la misma tenga un impacto en la actividad general limitado", afirman estos expertos. Y es que, los inversores chinos son relativamente pocos (aproximadamente uno de cada 30 chinos) y ricos.
Reconocen, no obstante, que cualquier desaceleración de la actividad financiera pesará sobre el crecimiento del PIB, que ya debe hacer frente al reto que supone el sector inmobiliario, pues el aumento de las ventas, opinan, "no se mantendrá".
Con todo, se declaran "relativamente optimistas respecto a las perspectivas de crecimiento de China para los próximos trimestres", por tres razones. En primer lugar, "el crecimiento del crédito está preparado para rebotar", gracias a las medidas de flexibilización monetaria implementadas por el banco central del país.
Por otra parte, la firma considera que el gasto público, "que tuvo un débil comienzo de año, en parte debido a la interrupción causada por la incertidumbre que rodea a las nuevas normas presupuestarias" va a repuntar durante la segunda mitad del año.
Y, al mismo tiempo, "las exportaciones pueden recuperarse". Las ventas al exterior han sido mediocres en todos los países emergentes en lo que llevamos de año, incluso si se extrae el impacto negativo de la caída de los precios. Sin embargo, la debilidad principal podría haber quedado atrás y parece razonable un repunte, especialmente si tenemos en cuenta que prevén una mejora en sus principales socios comerciales.
"En resumen, pensamos que la carga que ha supuesto para el crecimiento el lastre de las exportaciones se reducirá al tiempo que el impacto de las medidas de política monetaria y fiscal empiecen a sentirse. Así, aunque seguiremos esperando un poco de presión a la baja sobre el crecimiento desde el sector inmobiliario y la desaceleración de la Bolsa, pero creemos que el apoyo de las autoridades y la mejora de la demanda externa impedirán que el crecimiento se contraiga más", concluyen apuntando a que el PIB debería ascender "alrededor de un 7%", tal y como se ha marcado como objetivo el Gobierno.
¿Un emergente mas?
El segundo trimestre ha sido difícil para las economías emergentes, especialmente para la región asiática industrializada, añaden los analistas de Barclays. El ritmo de crecimiento de China siguió débil, mientras que Corea y Taiwan se enfrentan a la presión que las recientes turbulencias en las divisas supone para las exportaciones. Con todo, la firma británica espera que el crecimiento mejore durante la segunda mitad del año, aunque muy gradualmente, ante un fortalecimiento de Estados Unidos, una menor volatilidad en los tipos cambiarios y una política monetaria y fiscal más ajustada al ciclo.
Por su parte, Bank of America Merrill Lynch prevé que el crecimiento se estabilice en China y que una mayor fortaleza en Europa y Estados Unidos apoye a Tailandia, Corea, Israel, Polonia y Hungría".