“Nos adentramos en un mundo con un riesgo político sin precedentes que pone en tela de juicio los pilares del orden posterior a la Segunda Guerra Mundial. No sorprende, por tanto, que los inversores estén buscando refugio”. Así de tajante se muestra Dominic Rossi, director mundial de inversiones en renta variable de Fidelity, asegurando que […]
Dirigentes Digital
| 10 nov 2016
“Nos adentramos en un mundo con un riesgo político sin precedentes que pone en tela de juicio los pilares del orden posterior a la Segunda Guerra Mundial. No sorprende, por tanto, que los inversores estén buscando refugio”. Así de tajante se muestra Dominic Rossi, director mundial de inversiones en renta variable de Fidelity, asegurando que la volatilidad está asegurada a corto plazo. Desde Banca March, los expertos indican que “nuestras carteras han estado posicionadas en una posición prudente tanto en renta variable, donde mantenemos una posición neutral con alta ponderación en sectores de corte defensivo, como en renta fija, donde mantenemos elevadas posiciones de liquidez y baja exposición a los bonos de mayor riesgo”. Ángel Agudo, gestor de fondos de renta variable estadounidense en Fidelity, indica que “se han publicado numerosos estudios que han demostrado que el resultado de las elecciones presidenciales tiene un efecto limitado en el comportamiento de la bolsa estadounidense”. Por tanto, aconseja a los inversores no dejarse llevar por el ruido/volatilidad que creen estos acontecimientos. “A Donald Trump se la ha considerado, en general, como un candidato que podía suscitar una incertidumbre sin precedentes en áreas como el gasto público, la política monetaria, el comercio y la legislación. Por consiguiente, los bonos del Tesoro de EEUU y el oro podrían beneficiarse inicialmente de los movimientos que desencadenen unos inversores en busca de seguridad. A corto plazo, también espero mayores fluctuaciones del dólar estadounidense debido a las incertidumbres que rodean a la política comercial”, indica, recordando que de cara a 2017, la economía estadounidense sigue gozando de buena salud y debería seguir avanzando a un ritmo moderado apoyado en la fortaleza del mercado laboral, el dinamismo del consumo y la recuperación continua del mercado de la vivienda. Menos optimista se muestra Keith Wade, economista jefe de Schroders, la victoria de Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses “podría desembocar en guerras comerciales y los aranceles probablemente suban”. A su juicio, “los inversores deben asumir la realidad de un presidente que ha prometido crear 25 millones de empleos y levantar un muro a lo largo de la frontera con México”. El experto reconoce que no está claro cómo va a comportarse el dólar en este entorno. “Algunos opinan que la moneda subirá por el alza de los rendimientos, pero dado que eso vendrá de la mano de una mayor inflación, no es tan obvia esta conclusión. Además, a muchos inversores podría desanimarles el deterioro de las relaciones de EEUU con el resto del mundo”, indica. Así, considera que la postura más sensata es pensar que las divisas refugio, como el yen japonés y el franco suizo, probablemente van a estar demandadas y que los inversores también van a apostar por el oro. Para el segmento de renta fija, Mark Burgess anticipa como Director de Inversiones para EMEA y Director Global de Renta Variable de Columbia Threadneedle que la relajación fiscal se materializará en forma de recortes fiscales, centrados en concreto en los consumidores de menor gasto, así como en un aumento de la inversión en infraestructuras. “Dado el probable aumento de los déficits presupuestarios, prevemos una positivización de la curva de los rendimientos de la renta fija; además, Trump ha realizado algunos comentarios desconcertantes sobre una falta de compromiso con el reembolso de la deuda”, indica el experto. El proteccionismo comercial constituye tal vez el mayor temor en el ámbito económico, ya que podría traducirse en una situación de «estanflación» y en un riesgo real para los mercados emergentes, en concreto México y China. “Las expectativas de inflación en Estados Unidos ya han experimentado un vuelco, y el proteccionismo agravará dichos miedos. A fin de cuentas, la incertidumbre sobre la política monetaria, el proteccionismo y la relajación fiscal no propician un entorno de tipos más reducidos”, aseguran desde la firma. Para Jim Leaviss, responsable del área de Renta Fija Minorista de M&G, anticipa que, con las medidas de Trump, el endeudamiento del país probablemente suba a medio plazo “y eso suele traducirse en una elevación de la curva”. También conviene recordar que en el mercado de bonos estadounidenses tienen en gran peso los inversores extranjeros, como China, país contra el que Trump ha realizado comentarios hostiles. El 50% del mercado de bonos del Tesoro de EEUU está en manos de inversores extranjeros (China posee el 19%; Japón, el 18%), al igual que el 30% del mercado de bonos corporativos estadounidenses. Los extranjeros, especialmente China, ya han pasado a ser vendedores netos de bonos del Tesoro de EE. UU. durante los últimos seis meses. Tal y como indican los expertos de Oddo Meriten AM, “incluso aunque los mercados han reaccionado hasta ahora de una manera relativamente suave, mantenemos nuestro sesgo defensivo. Las primas de riesgo podrían ajustarse a más volatilidad. Además, tendremos que monitorizar meticulosamente el mercado estadounidense cuando abra hoy”. A su juicio, “entramos en un nuevo mundo en el que necesitamos valorar mejor el riesgo político en los mercados desarrollados, ponerlo en precio y monitorizar las carteras para preservar el capital”. Al final, la gran implicación para los inversores de lo que ha ocurrido en las elecciones es que “ante el nulo crecimiento de la renta en la mayor parte de las poblaciones del mundo desarrollado desde la gran crisis financiera (con la excepción del primer 1%), los partidos consolidados y sus candidatos están recibiendo un duro castigo electoral”. El problema es que no se detenga aquí, explican los expertos, recordando que el mercado aún se enfrenta a un referéndum constitucional en Italia el próximo mes y muchos otros procesos electorales en Europa en 2017 (“¿podría salir elegida Marie Le Pen como presidenta en Francia?”, se preguntan).