Y es que cada vez son más las voces que se alzan para hablar de una "guerra de divisas", eso sí, no declarada entre las autoridades monetarias. "Los bancos centrales o nacionales, dependiendo de su procedencia, se han lanzado a la modificación de tipos de interés, compra de otra moneda, venta de la propia, intervencionismo […]
Dirigentes Digital
| 10 feb 2015
Y es que cada vez son más las voces que se alzan para hablar de una "guerra de divisas", eso sí, no declarada entre las autoridades monetarias. "Los bancos centrales o nacionales, dependiendo de su procedencia, se han lanzado a la modificación de tipos de interés, compra de otra moneda, venta de la propia, intervencionismo de su moneda ajustándola o fijándola en un rango concreto dependiendo de la moneda con la que tenga una mayor ‘rivalidad’, siempre buscando un beneficio con dichas actuaciones", explica Jorge Lopez, de XTB.
Ahora bien, la cuestión clave es que "no debemos entrar en la falacia de ver en la divisa una tabla de salvación a la situación económica negativa, ya que de ser así países con monedas muy depreciadas serian los que coparían más exportaciones mundiales".
En su opinión, "se trata de buscar un equilibro en el que la divisa dé un plus lo suficientemente importante como para generar rendimientos por esa depreciación pero no genere una desconfianza sobre el país emisor de la misma".
En este convulso contexto, Alberto Spagnolo, director de inversiones de Julius Baer para Iberia, afirmaba la semana pasada que "recomendamos a nuestros clientes ser muy prudentes con este mercado, en el que se empiezan a ver movimientos muy bruscos que pueden afectar negativamente a las carteras". Su lema para este ejercicio es claro: "si hay que asumir más riesgo, que no sea en el mercado de divisas".
Sin embargo, tal y como indican los expertos de ETF Securities, una manera "segura" y "atractiva" de aproximarse al mercado de divisas puede ser mediante el uso de coberturas, como ETPs (producto negociado en Bolsa).
Por ejemplo, "si la moneda de origen del inversor no es el dólar estadounidense, la cobertura puede reducir el riesgo global de su cartera y le permite centrar su atención en las perspectivas fundamentales".
El escenario base de esta firma pasa por una apreciación del dólar frente a las principales divisas del G10 (Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza) a medio plazo. Con todo, reconoce que el billete verde se enfrente a una posible corrección a corto plazo por un entorno externo que afecta a su crecimiento interno y por las expectativa inflacionistas.
"En un momento en el que es probable que persista la volatilidad monetaria, la cobertura puede resultar beneficiosa tanto para los inversores tácticos de corto plazo, que buscan mitigar los riesgos en sus carteras, como para los inversores estratégicos de largo plazo. Así, los primeros podrían emplear coberturas para tomar ventaja de una depreciación a corto plazo del dólar; y los segundos para deshacerse del riesgo no deseado de una posible corrección", concluyen.