Ayer los mercados de valores europeos y estadounidenses volvieron a caer con fuerza, lo que llevó a los tres principales índices de Wall Street a volver a entrar en fase correctiva, donde ya se encontraban los principales índices europeos (todos ellos han cedido más del 10% desde sus recientes niveles máximos). El detonate de estas […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Ayer los mercados de valores europeos y estadounidenses volvieron a caer con fuerza, lo que llevó a los tres principales índices de Wall Street a volver a entrar en fase correctiva, donde ya se encontraban los principales índices europeos (todos ellos han cedido más del 10% desde sus recientes niveles máximos). El detonate de estas caídas fue nuevamente China. Así, la publicación de madrugada de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas, que mostraron que la contracción mensual de la misma se está acelerando (tanto el oficial como el elaborado por HSBC) volvió a hacer temer a los inversores por un "aterrizaje duro" de esta economía que pueda terminar afectando al crecimiento económico global.
De momento hay pocos síntomas de que la desaceleración del crecimiento económico chino esté lastrando la recuperación económica de los países desarrollados, aunque sí está afectando, vía caída de los precios de las materias primas por una menor demanda de la estimada desde este país, a los países productores de éstas como es el caso de Brasil, por poner un ejemplo. Es más, los datos macro que se publicaron ayer en la Zona Euro fueron bastante positivos. Así, los índices adelantados de actividad de los sectores manufactureros, correspondientes al mes de agosto, mostraron que la producción de la región estaría creciendo a un ritmo moderado pero estable del 2,0% en el tercer trimestre. Además, la tasa de desempleo de la Zona Euro bajó sorpresivamente en el mes de julio, situándose a su nivel más bajo desde febrero de 2012, mientras que en Alemania y en Italia el desempleo se comportó también mejor de lo esperado en agosto y julio, respectivamente. En Estados Unidos, por su parte, sí se apreció una cierta desaceleración del ritmo de crecimiento mensual de la producción industrial en el mes de agosto, aunque el gasto en construcción de julio mostró una gran pujanza de esta actividad, superando las estimaciones más optimistas. No obstante, todos estos datos fueron obviados por unos inversores que ven en China la mayor amenaza para los mercados de valores en el corto/medio plazo.
Por otra parte, en Wall Street la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) comience el proceso de subidas de tipos tan pronto como en septiembre sigue generando mucha tensión. Creemos que, a pesar de que todavía quedan por conocer importantes cifras macro en EEUU (mañana los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios y el viernes los datos de empleo de agosto), actualmente no se dan las condiciones para que la Fed modifique su política económica, sobre todo por la amenaza de deflación que llega desde China. Así lo dijo ayer el presidente de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren. Aunque él este año no tiene voto en el Comité de Mercado Abierto (FOMC), creemos que muchos de sus colegas tienen la misma opinión. De ser así, y mantener la Fed sus tipos sin modificar en la próxima reunión del FOMC de mediados de septiembre, esta decisión creemos que servirá para calmar los ánimos de los inversores.
Además, el otro gran banco central occidental, el Banco Central Europeo (BCE), podría adoptar nuevas medidas de política monetaria expansiva si cree que tanto el crecimiento como el objetivo de inflación están en peligro. Es por ello que la reunión de mañana de su Consejo de Gobierno y la posterior rueda de prensa de su presidente, el italiano Draghi, centrarán toda la atención de los inversores en los mercados de valores europeos. Es factible que Draghi haga mención a la posibilidad de que el BCE adopte nuevas medidas, algo que también serviría para calmar los ánimos de los inversores.
Más a corto, y en lo que hace referencia a la sesión de hoy, señalar que esperamos una apertura plana o ligeramente al alza de las Bolsas europeas, aunque no descartamos que a medida que avance la sesión los mercados se giren nuevamente a la baja. Todo va a depender del comportamiento de los futuros de los índices bursátiles estadounidenses, que serán los que "marquen el paso" a las bolsas europeas. Por último, señalar que la principal referencia del día será la publicación en Estados Unidos de los datos de empleo privado del mes de agosto, que elabora la procesadora de nóminas ADP, que servirán de anticipo a las cifras de empleo globales que, como hemos señalado, se publicarán el viernes. Creemos que en este caso unas cifras superiores a lo esperado serán bien recibidas por los inversores.
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