Desde hoy se acabaron las tarifas roaming. Después de años de negociaciones y duros tira y afloja llega una anhelada noticia para los usuarios. Las mismas tarifas para conectarse a Internet, llamadas o mensajes dentro de la UE. Pero con límites. Para evitar abusos se han predeterminado algunas condiciones que aquí detallamos. Cada usuario podrá utilizar […]
Dirigentes Digital
| 15 jun 2017
Desde hoy se acabaron las tarifas roaming. Después de años de negociaciones y duros tira y afloja llega una anhelada noticia para los usuarios. Las mismas tarifas para conectarse a Internet, llamadas o mensajes dentro de la UE. Pero con límites. Para evitar abusos se han predeterminado algunas condiciones que aquí detallamos. Cada usuario podrá utilizar en el extranjero la misma tarifa que tenga contratada en su país. Algunas empresas ya se adelantaron a esta medida, como fue el caso de Vodafone que permitía llamadas desde el extranjero como si fuesen nacionales desde hace varios años. Desde hoy, todos los operadores están obligados a hacerlo por mandato europeo y el usuario no cargará con gastos extra. Uno de los límites al fin del roaming es muy claro. Habrá que utilizar el móvil más en el país de residencia que en un país extranjero. Si se detecta que ha habido una utilización fuera de España mayor que la que se hace en el mercado local, la compañía tendrá que pedir explicaciones al usuario. Entonces podría cobrar al cliente los gastos que desde hoy pagan las operadoras y que se resumen en 0,032 euros/minuto en las llamadas, 0,01 euros para los mensajes de texto y 7,7 euros por gigabyte descargado. Desde el año 2007 las tarifas de roaming se han reducido en un 90%. Y aún así este precio irá reduciéndose de forma progresiva. El gasto en Internet bajará hasta 6 euros por gigabyte en enero de 2018 y 4,5 euros en enero de 2019. Al año siguiente se bajará un euro para quedarse en 3 euros en 2021 y en 2,5 euros a partir de 2022. La negociación empezó hace una década para dar aún más sentido a la libre movilidad dentro de la UE, con mejores comunicaciones. En 2014 nadie se atrevía a poner una fecha concreta para el fin del roaming. Se había previsto que fuese el 15 de diciembre de 2015 pero no todos los países de la Unión Europea estaban de acuerdo en que así fuera. La anterior comisaria de Telecomunicaciones, Neelie Kroes, hizo de esta iniciativa su bandera y lideró la apuesta por los consumidores, a pesar de las presiones del sector de las telecomunicaciones, que denunciaban importantes pérdidas con la medida. Operadoras como Telefónica, France Telecom o Deutsche Telekom, unieron en su momento sus fuerzas para lanzar un mensaje común: no contar con estos ingresos haría peligrar las inversiones para las nuevas redes de fibra óptica. Las operadoras europeas calculan sus pérdidas en unos 5.000 millones de euros, lo que equivale al 2% de sus ingresos. Sin embargo, del lado del cliente, la Comisión Europea lanzó una encuesta a 28.000 ciudadanos de la Unión, donde la principal conclusión fue que las tarifas de itinerancia eran el principal obstáculo para utilizar el teléfono móvil en el extranjero y eliminarlas llevaría a que las compañías tuvieran 300 millones de clientes nuevos. Según un Eurobarómetro, el 70% de los europeos limita el uso del teléfono móvil cuando viaja al extranjero y casi la totalidad desconecta el servicio de datos para no gastar más. Así, se siguió el camino hacia la desaparición del roaming. A finales de 2019 la Comisión Europea hará una primera evaluación de cómo se está implementando la medida para valorar si impone o no un nuevo techo tarifario. El informe determinará que no existen abusos por ninguna de las dos partes. En el caso de España, uno de los países con más turismo de toda la Unión Europea, pueda ver sobrecargada su red en verano sin que las operadoras vean incrementados sus ingresos.