Entre la escasez de retornos en los ‘planos seguros’ y las mejores perspectivas económicas, el riesgo manda en los mercados. Prueba de ello es la resistencia de las Bolsas a cualquier shock o incertidumbre, ni la geopolítica consigue que llegue la temida corrección que muchos prevén y que retos como las elevadas valoraciones, la retórica […]
Dirigentes Digital
| 10 abr 2017
Entre la escasez de retornos en los ‘planos seguros’ y las mejores perspectivas económicas, el riesgo manda en los mercados. Prueba de ello es la resistencia de las Bolsas a cualquier shock o incertidumbre, ni la geopolítica consigue que llegue la temida corrección que muchos prevén y que retos como las elevadas valoraciones, la retórica (y acciones…) de Trump o las elecciones en Francia podrían desencadenar. Pero este apetito no se limita sólo a la renta variable, ni tampoco el temor a los precios alcanzados. El crédito, principal alternativa a los tipos mínimos (incluso negativos) en la renta fija y beneficiado también por los bancos centrales, comienza a preocupar también a los expertos, sobre todo, al otro lado del Atlántico. “En Estados Unidos, la recomposición del apalancamiento en el sector privado refleja recompras de acciones financiadas con deuda barata, lo que constituye un riesgo futuro en un entorno de subida de tipos”, señalan desde AllianzGI. Y, añaden: “En términos de morosidad histórica, la deuda empresarial estadounidense podría estar algo sobrevalorada”. Reconocen, no obstante, estos expertos que “las primas por riesgo de crédito y liquidez apuntan a unas valoraciones generalmente razonables de los diferenciales de los bonos europeos de categoría de inversión (investment grade)”. Si bien, añaden, “los de alto rendimiento (high yield) se están negociando a niveles elevados”. Así, la indican que “debido a la continua mejora cíclica, mantenemos una posición larga en renta variable, aunque la política y las valoraciones nos preocupan. Con la subida de los tipos de interés estadounidenses, nos mantenemos defensivos en duración de la renta fija a escala mundial”. Concretamente, Greg Meier, Vice President US Capital Markets Research & Strategy de la firma, señala que probablemente, “quienes asuman riesgo en la actualidad resulten beneficiados si se disipan las incertidumbres y hay resultados electorales favorables en Europa y avances en el programa de crecimiento económico del Partido Republicano. Pero si los riesgos se materializan, las expectativas de beneficios (y con ello las cotizaciones de las acciones) podrían empezar a parecer un poco infladas. Como suele ocurrir, todo se sabrá en el momento de la verdad”. En este sentido, Moody’s Capital Markets Research coincide al señalar que las Bolsas “no están baratas”, sobrevaloradas, de hecho, en Estados Unidos. Y, “una profunda caída en el equity impulsaría rápidamente ampliación en los spreads del high yield, que actualmente están infravalorando el riesgo de default a largo plazo”. Mientras, Sander Bus y Victor Verberk, codirectores del equipo de crédito de Robeco, reconocen que “el crecimiento en sí es bueno para el crédito, pero el ciclo se encuentra en una fase madura, sobre todo en Estados Unidos. Los diferenciales disponen de escaso margen para seguir estrechándose, sobre todo teniendo en cuenta que la calidad del crédito corporativo sigue deteriorándose, especialmente al otro lado del Atlántico y en China. El incremento salarial y la subida de los tipos de interés pueden ejercer presión sobre los beneficios empresariales”. La volatilidad, añaden, “se ha mantenido contenida durante bastante tiempo debido a la previsibilidad de las actuaciones de los bancos centrales. Esto ha reducido también la dispersión en los mercados, lo que ha hecho más complicado para las gestoras activas marcar diferencias. Ante el inminente endurecimiento de las condiciones monetarias, cabe esperar una mayor dispersión y una menor previsibilidad de las correlaciones”. Un contexto en el que mantienen “una posición conservadora, con preferencia por Europa y, dentro de esta región, por el sector financiero. A pesar de que su rendimiento reciente ha sido destacable, consideramos que la cotización de las aseguradoras sigue resultando bastante barata, y esperamos que el sector financiero experimente una recuperación más acentuada que la del resto de los sectores empresariales. Recelamos sobre todo de la deuda emergente y de los bonos high yield estadounidenses”.